Las finales únicas generan opiniones divididas en la Conmebol
Santiago y Lima se convertirán en las primeras sedes de las finales de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, respectivamente, en 2019. Esa decisión, de jugar un único partido para conocer al campeón, ha traído consigo una serie de respuestas positivas y negativas.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, propuso con anterioridad este sistema, que fue aprobado el pasado martes. La intención es imitar en gran parte lo que sucede en Europa, con el desenlace de la Champions League y también de la Europa League.
Santiago (Chile), Lima (Perú) y Montevideo (Uruguay) se postularon para alojar las finales únicas. La capital uruguaya desertó antes de la elección, por lo que la definición quedó entre la ciudad chilena y la peruana.
La selección se produjo luego de realizarse misiones de inspección durante más de dos días que incluyeron estadios, aeropuertos, campos de entrenamiento, hoteles y zonas de fans, entre otros sitios.
“Estas decisiones obedecen al objetivo estratégico de potenciar el desarrollo deportivo del fútbol sudamericano mediante mayores recursos, más inversión y mejores estándares en todo nivel”, dijo Domínguez.
Los países elegidos celebraron la designación de sus capitales para albergar la final del próximo año. “Felicitaciones a todos los que aportaron a que Chile fuera seleccionado como sede de la primera final única de la Libertadores. Una gran noticia para nuestro país, y ojalá sea un equipo chileno el que levante la copa”, publicó en su cuenta de Twitter el presidente chileno, Sebastián Piñera.
De igual forma, la ministra del Deporte, Pauline Kantor, reaccionó positivamente ante la decisión de la Conmebol.
Mientras que el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Edwin Oviedo, resaltó la inclusión de Lima como sede. “Ser sede de la Copa Sudamericana es para Lima, para el fútbol, para el turismo y para los aficionados. No es para la FPF”.
Una de las cuestiones más criticadas es que la Conmebol no tomó en cuenta la opinión de los clubes, si no que lo hizo con el Consejo Directivo. La decisión fue unánime.
“Se debía hacer una consulta, más allá de solo tomar en cuenta a los presidentes de las federaciones. Existe mucha distancia con los clubes. Sudamérica no es Europa. Hay que valorar las realidades latinas, porque se generarán problemas para los desplazamientos”, señaló el directivo de Liga de Quito, Patricio Torres.
Mientras que el sociólogo Fernando Carrión señaló que si la medida se mantiene en el futuro, Quito no podrá ser nunca sede por estar en la altura; y lo propio se repetirá para otras ciudades que tengan esas condiciones. (I)