Deschamps, el hombre 'con suerte' que entró en la historia del fútbol francés
Didier Deschamps tiene fama en Francia de ser un hombre con mucha suerte, pero el DT de los Bleus no debe solo a la diosa fortuna el hecho de entrar en la historia del fútbol de ese país, convirtiéndose ahora en la tercera persona en ganar la Copa del Mundo como jugador y seleccionador.
Tras levantar la Copa como capitán de los Bleus en 1998, Deschamps alcanzó este domingo en Moscú la segunda estrella para Francia como entrenador de un equipo plagado de figuras, que superó sin problemas por 4-2 a Croacia en la final del Mundial de Rusia-2018.
"No me voy a quejar... aunque seguramente habrá otros mejor que yo", declaró la semana pasada en conferencia de prensa al ser preguntado por un periodista sobre su presunta buena fortuna, por lo que la prensa francesa ha representado al técnico a menudo como un gran gato, el animal al que se relaciona con la buena estrella.
"Se puede decir que tiene buena estrella, pero hay que darle méritos. Aunque un entrenador deba parte de su éxito a la buena suerte, es él quien diseña el equipo", advirtió el exinternacional Alain Giresse en una entrevista a la AFP tras la victoria contra Bélgica en semifinales (1-0).
En eso es indudable que el equipo flamante campeón del Mundial-2018 lleva el sello de 'DD', como le conocen en su país. Un equipo que se asemeja al jugador que ganó la Copa del Mundo con Francia, la Copa de Europa con el Marsella y que defendió también los colores de Juventus, Chelsea y Valencia entre otros: ordenado, aguerrido, infatigable, luchador y con mucha ambición.
La actual Francia destaca sobre todo por su capacidad para defender, incluso los delanteros, que no tienen problemas en retrasar su posición para participar en la destrucción, como se demostró en los últimos minutos frente a los Diablos Rojos belgas.
Más allá de su buena suerte y de sus conocimientos futbolísticos, los jugadores de Francia destacan también su manera de tratarles, al conocer perfectamente qué siente un futbolista. "Sabe cómo hablar a los jugadores (...) y llega a dar los mensajes que nos quiere transmitir", dijo de él Paul Pogba el jueves.
Con este título, Deschamps se convirtió en el tercer hombre en ganar la Copa del Mundo como jugador y entrenador, después de que lo hicieran el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer. (I)