Sangolquí recibió a sus campeones
Hace tres años habían quedado finalistas en la Copa Libertadores y por fin el sueño se les hizo realidad frente al Colón de Santa Fe (Argentina), tras adjudicarse la Copa Sudamericana.
El chárter de Latam tocó pista a las 11:05 de este domingo en el aeropuerto internacional Mariscal Sucre y las sorpresas esperaban afuera: hinchas, familiares y amigos de los jugadores de Independiente. Hasta una chiva se sumó al largo recorrido desde la terminal aérea hasta la explanada del San Luis Shoping. Hubo quien estaba por casualidad en el aeropuerto y lo dejó todo para saludar a los “rayados”, como Susana Maldonado.
Verónica Espinosa, trabajadora de la terminal aérea, estuvo en primera fila para poder tomarles unas fotos y pasárselas a su hijo.
El joven Felipe Mena dijo que estaba en un asunto de familia y se asomó con su novia para darle la bienvenida a los campeones.
“Como ecuatoriano y como hincha del fútbol es un gran logro que un equipo de nuestro país haya ganado la Copa Sudamericana por segunda vez”, dijo.
Antes lo hizo Liga de Quito, pero el Independiente estuvo dos veces en una final de alto nivel. El equipo fue fundado hace apenas 10 años y es considerado como uno de los que más rápido ha ganado seguidores en este tiempo.
Poco a poco fueron traspasando la puerta de salida y la algarabía se apoderó del aeropuerto quiteño cuando levantaron el premio.
“Siempre he creído en nosotros, sabemos lo que jugamos, sabemos lo que tenemos. Es un equipo humilde, trabajador, de muchos jóvenes”, dijo Cristian Pellerano, uno de los jugadores más experimentados del equipo.
Eso es lo que los hacía soñar cosas importantes, dijo el argentino de 37 años de edad, para quien, sin embargo, fue un partido complejo en el que “pudo ocurrir cualquier cosa”. En tanto, el presidente del equipo, Franklin Tello, dijo que fue “una final inédita”. Solo después de los primeros 30 minutos tuvieron un poco de tranquilidad, tras el primer gol del defensa Fernando León en el minuto 24. Los otros dos goles estuvieron a cargo de Jhon Sánchez y Cristian Dájome.
“La gesta que acabamos de disfrutar es para todos los ecuatorianos, tanto quienes estamos en esto como todo el pueblo”, dijo.
En esto fue decisivo también el penal que tapó el arquero Jorge Pinos, quien saboreó el triunfo bailando en Sangolquí con la Copa en la mano frente a todos.
El retorno a casa fue emocionante hasta las lágrimas y no había un vehículo que no tocara el claxon.
La gente se paraba a aplaudir en las esquinas con banderas de Ecuador y del Independiente del Valle. En el autobús que los transportaba, a ratos, se ponían a cantar “Ecuador, Ecuador, Ecuador”
Uno de los más alegres en todo el trayecto del campeón fue el director técnico, el español Miguel Ángel Ramírez, cubierto con una bandera del Independiente.
El español, de solo 35 años, había declarado antes del partido único de la final que ellos no eran de “salir a esperar a nadie” y adelantó que saldrían a buscar al contrario, en un juego ofensivo, una estrategia que resultó a todas luces, pese a los nervios y la presión de un juego detenido por la lluvia.
Ya en la explanada del San Luis Shoping fue apoteósico. Cientos de personas les esperaban para agasajar a sus jugadores, que en pocos minutos ya estaban sobre la tarima bailando y destapando botellas de champagne.
Cuando ellos llegaron al lugar señalado, Mauricio Morán solo había podido vender 10 camisetas en las horas previas.
Unas eran azules y otras rosadas como las que usaron en la final que los llevó a la cima. Cada una a $ 5. “Hay muchos vendedores, pero me voy a quedar otro rato a ver si logro sacar otras”, dijo.
Ahora les espera continuar la preparación para todo lo que se viene tras esta Copa Sudamericana, como el Mundial de Clubes en Beijing en 2020; la Recopa, el Mundial de Clubes, el Cupo a la Copa Libertadores.
“Vamos a pasar bien ocupados, planificando todos estos torneos”, aseguró Tello, conscientes de que frente al Colón fueron superiores. (I)
→El empresario y gestor del Independiente, Michel Deller, acompañó a la hinchada en el aeropuerto de Quito para recibir a los jugadores. EFE
Especial multimedia
INDEPENDIENTE DEL VALLE