El Bayern Múnich se proclamó, por octava ocasión consecutiva, campeón de la Bundesliga al imponerse al Werder Bremen (0-1) en la jornada 32 del campeonato, a falta de dos fechas para la conclusión y después de reponerse a un irregular inicio de temporada.

Los de Hans-Dieter Flick, que tomó el mando tras la destitución del croata Niko Kovac y supo reconducir el rumbo del equipo, se han garantizado con este triunfo de manera matemática la “Meisterschale”, al atesorar 76 puntos, 10 más que el Borussia Dortmund.

Con ello confirman el dominio de los bávaros en la competición en la última década; desde 2010 solo el Dortmund, en 2011 y 2012, ha sido capaz de apearles del primer puesto.

Con su octavo título igualan el récord de títulos consecutivos de las cinco grandes ligas que poseía la Juventus.

El delantero polaco Robert Lewandowski, máximo goleador actual de la Bundesliga (31), abrió el camino para el campeón justo antes del descanso, al aprovechar un buen pase el largo de Jérôme Boateng, bajar el balón con el pecho y superar al meta rival.

El campeón se tuvo que conformar con una sencilla celebración, en medio de un estadio vacío en Bremen. Un puñado de directivos aplaudían desde las gradas a los ganadores.

En la cancha se pusieron una camiseta con el número ocho en el frente, para destacar los ocho títulos consecutivos. Solo la “Juve” posee ese récord, pero podría aumentar a nueve, ya que es actualmente el líder de la Serie A, pero seguido muy de cerca por Lazio.

Solo un punto los separa.

El partido clave que enfrentó a los postulantes al título definió prácticamente la liga. El 26 de mayo el Borussia Dortmund recibió al Bayern y el hoy campeón, que ganó 1-0 con un gol de Joshua Kimmich.

De ahí en adelante, ambos continuaron con triunfos, por lo que la distancia se mantuvo y al Dortmund le fue imposible dar caza para romper la racha del Bayern, como lo hizo hace nueve años. (I)