Terminamos la tercera temporada en Europa y segunda en la Fórmula Renault 2.0. En esta ocasión repetimos el NEC Cup y debutamos en el Eurocup con muchísimo aprendizaje, pero para serles sinceros, no con los resultados que teníamos planeados, ya sea por errores personales o la falta de suerte, que en el mundo tuerca son claves, aunque muchos no lo crean.

Quiero desglosar la temporada arrancando con Monza y luego Silverstone. En ambas fechas no logramos sacar el máximo provecho a las llantas nuevas y eso nos dejó en puestos alejados en la clasificación. Hicimos buenas carreras, superando muchos autos, pero largando tan atrás no se pudo sumar los puntos planteados y tampoco estar cerca del Top 10.   

Desde ese momento nos concentramos en ese factor: la clasificación.

Al llegar a Hockenheim las cosas mejoraron, pero cometí un error en la primera carrera que me costó puntos importantes y la posición en la tercera carrera de ese fin de semana. Los detalles pesaban y todos en Manor MP Motorsport estábamos trabajando duro para ‘cerrar el círculo’, para dejar todo preparado y llegar a donde sabíamos que era nuestro lugar. Arribamos a Spa-Francorchamps y logramos nuestra mejor clasificación: un octavo lugar en el circuito más complicado del calendario.

En esa ocasión no partimos bien, quizá por los nervios o la ansiedad por los resultados. Fue el fin de semana que más puntos logré en el año, por lo que llegó un extra de motivación para seguir empujando la barra. Ese límite que hay que llevar al máximo en todo momento.  

Mejorar en la clasificación, aprovechar al máximo el ‘peak’ de la llanta nueva, ser rápido desde la primera vuelta, puntos donde nos enfocamos y se alcanzaron antes de llegar a Assen. Es una pista complicada para adelantar, por lo que nuevamente la clasificación era la clave del éxito. Esa fue la fecha menos productiva. Volvimos a Ecuador para visitar a la familia, conversar con la prensa y desconectarnos del día a día, algo que funcionó para recargar baterías con miras a República Checa.   

En Most tuvimos un buen inicio. Top 10 en cada una de las prácticas y cuarto lugar en la primera clasificación, luego de que lideramos los cronos por la mitad de la tanda y se me escapó la pole position por apenas 83 milésimas de segundo.

En la primera manga no largué bien, me ubiqué en el noveno lugar, pero luego me sacaron. Salía con opciones al podio y me llevaron a mi primer abandono del año. Era el único piloto de los 43 del campeonato sumando puntos en cada carrera y la racha quedó en 11. La segunda prueba se canceló por lluvia y en la tercera mantuve la posición. Como les escribí en ese momento, de los errores y adversidades se aprende mucho. Llegamos a Nurburgring. Recuperamos la fecha cancelada en Most y en las dos clasificaciones conseguí la octava fila, pero en ambas a menos de un segundo de la pole position.

Mejoramos a lo largo del año, por lo que las centésimas y milésimas comenzaron a ser el termómetro. En la primera carrera me golpearon y se rompió el alerón delantero, pero conseguimos gran ritmo, tan bueno como el del ganador de la manga, mi compañero Pizzitola, pero en las secciones rápidas debíamos levantar. De una adversidad sacamos lo mejor, mientras que la neblina canceló la segunda prueba, otra vez.

Fue un año duro, positivo en momentos, no tanto en otros. He aprendido más en 2014 que en las dos temporadas anteriores.