Publicidad

Ecuador, 22 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Chaupicruz y Tababela no serán las mismas desde el 20

Chaupicruz y Tababela no serán las mismas desde el 20
18 de febrero de 2013 - 00:00

“Ya se va, por fin! Se acabó la bulla y la congestión vehicular, vamos a poder vivir tranquilos”, sostiene César Velasco, quien reside hace más de 10 años en el sector de La Florida, a pocas cuadras del antiguo aeropuerto Mariscal Sucre, que en pocas horas cerrará definitivamente para dar paso a la nueva terminal de Tababela.

El morador espera con ansias que llegue la clausura de la instalación, sobre la que asegura “ha sido la causante de la inseguridad en el barrio”. Sin embargo, su opinión contrasta con la de sus vecinos.

Muchos de los habitantes de la zona no están de acuerdo con la mudanza, pues la base les ha brindado buenos negocios y desarrollo. “Antes todo esto eran terrenos vacíos y poquitas casas; se pobló en los años 60 cuando llegó el Mariscal y muchos de nosotros pudimos poner nuestros negocios, ahora nos vamos a quedar sin clientes”, comenta con preocupación Cecilia Vallejo, dueña de un restaurante de comida costeña ubicado frente a la base.

Una realidad similar la viven las empresas que rentan autos, en su mayoría negocios familiares, pero cuyos dependientes no tuvieron el dinero suficiente para adquirir las concesiones que en Tababela tienen las multinacionales del sector.
Tababela espera al Mariscal

Don Silvio se acerca ya a los 60 años de edad y es uno de los personajes más queridos y respetados del pueblo de Tababela; teme lo que se vendrá con la nueva obra. “Nos da mucho recelo de la inseguridad que vendrá con el aeropuerto, además habrá mucho ruido y nosotros no estamos acostumbrados a ello”, comenta.

Silvio camina todas las noches, aproximadamente a las 21:00, por la plaza central del pueblo, que se encuentra rodeada por la Iglesia, la Junta Parroquial y varios negocios y viviendas; allí reina la tranquilidad.

El ciudadano transita con mucha confianza y comenta que “aquí nunca ha habido asaltos”, añade que  a Tababela ha llegado mucha migración motivada por la nueva base. “Han venido especialmente de la Costa a trabajar en la construcción del aeropuerto, aunque antes ya había migración que llegó para la agricultura; solo el 20% de quienes vivimos acá somos nativos”, calcula, y agrega que Tababela será el nuevo polo de desarrollo de la zona oriental de Quito.

Pero, contrariamente a lo que se podría esperar, aquel hecho genera preocupación en parte de la población de la parroquia, como en la comerciante Viviana Vinueza.
Al ingresar a Tababela desde el redondel de Alpachaca y seguir rumbo al centro del pueblo por unos 100 metros, aparece el negocio de Viviana, una tienda de abarrotes.

Ella asegura que su negocio mejorará desde mañana.“Va a venir mucho dinero, pero en verdad no me entusiasma tanto la idea porque el flujo de gente va a matar la tranquilidad del pueblo”, es la preocupación de la tendera.

Ella asegura que una de las casas vecinas a su comercio sufrió un robo, algo de lo que Tababela no tiene memoria que haya ocurrido antes de la llegada de la base aérea.

Su local se cierra todas las noches a las 20:30, luego de venderle una botella de licor a uno de sus vecinos, quien religiosamente llega a esa hora en busca del líquido. “Es el ‘chumadito’ del pueblo, pero es buena gente”, comenta la emprendedora. Es que la dinámica social y los personajes que tiene Tababela representan lo tradicional de los pequeños pueblos serranos.

La mayor parte de la población se levanta muy temprano, antes de las 05:00 para ir a sus trabajos, que en la mayoría de casos están en el agro y en las plantas industriales de la zona; quienes laboran en el aeropuerto empiezan su jornada pocas horas después.

A las 17:00 la mayoría de gente ya está de regreso en el pueblo, se movilizan directamente a sus casas y esperan el inicio del nuevo día; pero esta vez será diferente, pues en la mañana escucharán el sonido de los aviones, del turismo, de los hombres de negocios y de la afluencia de vehículos y público, el sonido de la obra más representativa de 2013.

Contenido externo patrocinado