“Las buenas noticias no impactan. Se han normalizado el escándalo y el impacto, se ha normalizado la sangre; se han normalizado una serie de cosas que antes nos causaban impresión, admiración, reaccionábamos frente a eso. Ahora vemos tantas cosas terribles que poco a poco hemos ido perdiendo la capacidad de asombro”.

Así lo indicó la socióloga y comunicadora social Carol Murillo en entrevista con el programa Enclave Política, al referirse a la actual campaña electoral, donde las redes sociales marcan tendencia con memes y videos cortos que buscan principalmente el impacto.

La catedrática afirmó que actualmente se está viviendo una campaña "tremendamente religiosa" acotando, además, que es una "campaña entre el bien y el mal, entre el paraíso y el infierno".

Al preguntársele por lo que se ve -encuestas- en redes sociales, dijo que "la realidad tiene muchas matices". "Vivimos una realidad política económica muy diferente a la que vivíamos en una década. Se ha cambiado muchísimo, falta mucho por hacer".

La socióloga opinó que hay una especie de "polarización del bien y del mal" para que la ciudadanía tenga un acercamiento a una realidad que en el lenguaje de las redes virtuales es de hiper realidad; es decir montar algo que no es.

Según Murillo, la democracia es vista como una especie de dogma o de fe, por eso cree que "el discurso religioso político que está imperando es aquel que dice que la institucionalidad que está funcionando el día de hoy, es una desinstitucionalización del país".

La invitada al programa Enclave Política también aclaró que un usuario en Facebook o Twitter (redes sociales) no es precisamente un ciudadano -en términos de práctica ciudadana y política-. "Estas personas van a votar, pero lo que dicen en Twitter no significa una tendencia sobre un voto decidido. Si revisas los tuits de muchas personas que comentan sobre política, no tienen un conocimiento de la política real. Es un conocimiento del comentario, del rumor, del chisme".

Hay 3 sectores en lo político: los indecisos, los jóvenes y las mujeres. "Se ha creado la idea de que la indecisión implica decir sí al presente, no al futuro con lo que tenemos hoy. La juventud y los jóvenes no son sinónimo de responsabilidad política y no se va a ver responsabilidad política a través de un twitter. Un joven puede tener información sobre algo, pero 140 caracteres no te permiten argumentar un análisis. Solo te permiten una reacción ".

Murillo cree que todo aquello que se vincula a los jóvenes, uno "lo miraría con pinzas" ya que en campaña electoral se idealiza a las mujeres, a los jóvenes, ancianos y muchos otros sectores.

Según la comunicadora social, parece que las redes sociales  “comandan la construcción de la opinión pública sobre lo que sucede en el país. Y ese comandar la percepción y suplantar la realidad con el comentario de boca en boca, hace que pensemos que estamos en un país desastroso”.

Sobre la corrupción, señaló que es un mal que se atraviesa en todos los sistemas. Lo que sí enfatizó fue que la campaña se ha caracterizado por combatir ese mal: la corrupción. "No miremos en blanco y negro. La corrupción está en todas partes; hoy se pretende decir que es solo pública y se trata de disminuir la responsabilidad de lo privado. Ya quisiéramos que la corrupción no esté en todos los espacios, pero lamentablemente está".
Carol Murillo considera que en campaña electoral todo vale: los memes, los montajes y muchas cosas más. "Los medios tradicionales ya no tienen la misma influencia de antes, las redes sociales les han robado esa influencia. Entonces dichos medios citan a las redes sociales, porque llegar a la fuente requiere un tiempo de investigación y los medios actuales lo que menos tienen es tiempo, porque necesitan impactar", expresó la socióloga quien cree que el primer impacto lo tienen las redes sociales.

Según la experta, en campaña electoral lo impactante tiene un valor superior. “Si mañana te hacen un escándalo y tú después aclaras, tu aclaración no aparece u ocupa un espacio pequeño. El primer impacto virtual lo tienen las redes sociales… en todas las campañas electorales hay algo de campaña sucia, pero ahora hay mayor impacto porque las redes sociales tienen la facilidad del video, del montaje, de la fotografía, de la frase sacada de contexto, etc”.

Citó como ejemplo que no se impacta a nadie diciendo que los hospitales públicos tienen buena atención y de calidad en ciertas ciudades del país. "Realmente se impacta cuando una persona va a un hospital, no se lo atiende y muere. Entonces esas dos cosas se las puede escenificar en redes sociales y el impacto del usuario virtual o televidente es mayor”. (I)