• La industria biofarmacéutica está desarrollando 1.300 medicamentos y vacunas contra el cáncer.
• Los nuevos tratamientos prometen mejorar las cifras de supervivencia. Gracias a la innovación farmacéutica, a 90% llegan las tasas de curación que brindan los mejores tratamientos contra algunos tipos de cáncer.

La industria biofarmacéutica de investigación ha hecho grandes avances en las últimas décadas en la lucha contra los más de 200 tipos de enfermedades que llamamos cáncer, es decir, enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales que se dividen sin control y tienen la capacidad de infiltrarse y destruir el tejido corporal normal.

Las empresas biofarmacéuticas miembros de la Industria Farmacéutica de Investigación e Innovación (IFI) en la actualidad cuentan con más de 1300 medicamentos y vacunas, que se encuentran en ensayos clínicos o en espera de revisión por parte de las autoridades regulatorias para ser aprobados.

Los tratamientos buscan combatir varios tipos de cáncer. Entre estos, cáncer de vejiga, cáncer colorrectal, cáncer de riñón, cáncer de páncreas, cáncer de piel, cáncer de estómago, cánceres infantiles... Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 4 millones de personas fueron diagnosticadas con cáncer en la Región, en 2020.

Álvaro Maldonado, Director Ejecutivo de la IFI, afirma que gracias a los avances farmacéuticos el cáncer dejó de ser sinónimo de muerte. Varios tipos de cáncer que antes eran terminales ahora son tratables. Los modernos tratamientos y fármacos permiten que las personas tengan mayor esperanza y calidad de vida.

En este 4 de febrero, que se recuerda el Día Mundial contra el Cáncer, la IFI ratifica su compromiso de incrementar sus esfuerzos en investigación para contar con más y mejores armas en la lucha contra el cáncer. Y se suma al llamado a no descuidar la provisión oportuna y continua de atención de los pacientes al igual que la prevención en la población.

Según información de la  Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), la incidencia de esta enfermedad en Ecuador es de 154,6 casos por cada 100.000 habitantes y más de 29.000 casos se diagnosticaron en 2020. Mientras que la Sociedad Ecuatoriana de Oncología, asegura que el cáncer es responsable de 15 de cada 100 muertes en Ecuador.

Estas cifras alarmantes muestran la necesidad de poner en marcha políticas eficaces de prevención y detección precoz para que los pacientes puedan acceder a tratamientos oportunos. Cuando un paciente se encuentra en las primeras etapas del desarrollo del tumor, un diagnóstico oportuno es primordial pues amplía las posibilidades de acceder a un tratamiento que le permita lograr un mayor nivel de sobrevida, con calidad de vida adecuada e incluso lograr su curación.

En los últimos 20 años, la FDA (autoridad regulatoria de los EE.UU.) ha aprobado 115 medicamentos para todos los tipos de cáncer, de un total de 1.366 medicamentos que se investigaron. Álvaro Maldonado explica que el proceso de I+D es complejo por la naturaleza de la enfermedad, sin embargo cada esfuerzo de la industria farmacéutica de investigación e innovación suma en la lucha contra el cáncer porque los hallazgos en estas investigaciones respaldan estudios futuros y dirigen los esfuerzos de investigación hacia nuevos enfoques para abordar las causas, el crecimiento y la progresión del cáncer.

El cáncer continúa siendo un desafío importante y la industria biofarmacéutica no descansa en la I+D de tratamientos que transformen al cáncer de un diagnóstico devastador a una afección crónica y manejable, que brinde esperanza a los pacientes y sus familias y, en última instancia, contribuyan a ganar la batalla a esta enfermedad.

SOBRE IFI

La Industria Farmacéutica de Investigación (IFI) representa a los laboratorios de innovación, biotecnología y vacunas de Europa, Estados Unidos y Japón, establecidos en el Ecuador, comprometidos con favorecer el acceso a medicamentos únicos e innovadores de demostrada calidad, eficacia y seguridad, que contribuyen a mejorar las condiciones de salud y vida de pacientes ecuatorianos que luchan contra enfermedades raras y catastróficas, así como crónicas y de alta complejidad como las cardíacas, reumatológicas, respiratorias, oncológicas y metabólicas.