Aquellos y otros premios se suman a una trayectoria de 19 años de vida profesional, en los cuales ha destacado como diseñador, constructor, preparador y piloto de autos. En 2021, por su experiencia fue invitado a construir un auto de carreras para un equipo de Estados Unidos. 

¿De dónde surgió su pasión? A los 14 años, su hermano corrió por primera vez en una competencia. Christian, que lo acompañó durante todo el proceso de desarrollo del auto, supo en ese momento, a qué quería dedicarse el resto de su vida.

Por eso, estudió Ingeniería Automotriz, para darle un sustento académico a su conocimiento y pasión. Precisamente, su primer auto de carreras lo construyó mientras cursaba la universidad y lo hizo para que corriera su padre, quien resultó campeón provincial de Chimborazo. Eso lo motivó aún más para seguir adelante con su sueño.

Al concluir la universidad abrió su propio taller de mantenimiento de automóviles convencionales y de competencia. “Actualmente trabajo con varios equipos del país en la construcción y mantenimiento de autos. Además, brindo asesorías para talleres de Ecuador y para un equipo de Estados Unidos”, cuenta.

Por una conexión de amistad, se relacionó con Sebastián Salgado, un ecuatoriano que vive en Chicago quien le comentó que quería armar un auto de carreras. Entonces puso en marcha su conocimiento siempre basado en su filosofía: “construir autos competitivos con un presupuesto asequible”.

Varios de los autos que Christian ha construido y preparado han quedado en los primeros lugares de campeonatos nacionales y provinciales.

Uno de sus mayores logros fue el premio otorgado en Argentina: Brig. My Juan Ignacio San Martín. Este reconocimiento lo obtuvo gracias al diseño de un tractor para recolección de palma africana. En este proyecto participó con el argentino Carlos Funes, con quien inscribieron el prototipo, que resultó ganador en este concurso que premia la innovación industrial en Argentina e Iberoamérica.

“Soy un profesional que siempre investiga y busca referentes fuera del país y eso lo traslado a nuestra realidad, tanto económica como de infraestructura”, concluye.