El desequilibrio hormonal afecta la salud femenina
Usualmente, a partir de los 35 años, las mujeres experimentan desequilibrios hormonales que pueden afectar desde su estado de ánimo hasta su fertilidad. Las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) son las responsables de regular muchos de los procesos que ocurren en el cuerpo como la función sexual, la fecundación, el metabolismo, entre otros. Cuando estas hormonas se encuentran fuera de los niveles normales a causa del embarazo, el estrés, la menopausia, los ciclos menstruales, una alimentación deficiente u otros factores, se presentan trastornos o síntomas que afectan el bienestar de las mujeres y su vitalidad.
“A medida que pasan los años, las mujeres presentamos cambios naturales debido a un descenso hormonal que puede afectar nuestra calidad de vida a nivel físico y emocional”, señala la doctora Yarihany Martínez, vocera de Kirei Center.
¿Cuáles son los principales síntomas del desequilibrio hormonal? La doctora Martínez explica que existen varios indicios que indican una alteración hormonal en las mujeres, siendo estos cinco los más comunes:
- Calores o sofocos: característicos de la perimenopausia y de la menopausia; suelen ir acompañados de sudoración nocturna.
- Pérdida de la libido y satisfacción sexual: Los ovarios producen las hormonas sexuales cuyos niveles afectan significativamente a la libido.
- Resequedad vaginal: Si la secreción del estrógeno decae, genera cambios en las paredes vaginales, lo que puede provocar poca lubricación natural.
- Pérdida de sueño: La falta de progesterona puede producir insomnio, lo que es sinónimo de un descanso insuficiente y de poca calidad.
- Aumento de peso: Los desequilibrios en los niveles de hormonas se relacionan con el aumento del apetito y de peso. También se evidencia con dificultades para perderlo.
¿Qué tratamientos innovadores existen para controlar el desequilibrio hormonal?
La especialista señala que “cada mujer es diferente, por eso se recomienda un control ginecológico una vez al año para controlar individualmente los cambios femeninos, detectar o prevenir cualquier enfermedad y mantener una buena salud reproductiva y sexual”.
Actualmente, existen dos tratamientos revolucionarios, con respaldo científico, que han demostrado ser sumamente efectivos en restaurar la función hormonal natural:
- Sauna infrarrojo: Kirei Center es el único centro médico funcional del Ecuador que cuenta con la tecnología del sauna infrarrojo que se ha convertido a nivel mundial en una terapia para prevenir enfermedades crónicas y mejorar de forma integral la salud de las personas.
“La disposición de los rayos infrarrojos ayuda en diferentes aspectos al paciente como en la detoxificación profunda, la recuperación a nivel muscular, el alivio del dolor, la pérdida de peso, fortalecimiento del sistema inmunológico y cardiovascular, y la relajación”, explica Martínez.
El gran poder desintoxicante de este sauna radica en la emisión de ondas de calor infrarrojas de alto rendimiento que tienen la capacidad de penetrar más profundamente en los tejidos del cuerpo. Es recomendado para artritis, síndrome de la menopausia, enfermedades reumáticas, acné, enfermedades de la piel, dolor de espalda, tensión muscular, entre otros padecimientos.
- Chip de rejuvenecimiento: Para contrarrestar la disminución hormonal a partir de los 35 años, la testosterona botánica está sugerida para proporcionar equilibrio a las hormonas. Se coloca a través de un chip subdérmico, con un procedimiento mínimamente invasivo a nivel de la cadera, que tiene una durabilidad de 4 meses. Este chip no condiciona ningún tipo de cáncer porque no altera la fisiología normal como sí puede ocurrir con las hormonas sintéticas.
Tras su colocación, los cambios se sienten a partir de los 15 días y se manifiestan en el aumento de la energía física y mental, mejoría del metabolismo mejoría en la libido y satisfacción sexual, alivio del síndrome premenstrual y los sofocos, rejuvenecimiento vaginal y un mejor sueño.
“Cuidar la salud de las mujeres es cuidar de las familias y las sociedades. Vigilar nuestra salud, observar nuestro cuerpo y controlar con un profesional cualquier alteración o cambio, es prioritario”, concluye Yarihany Martínez.