El 46,5% de nuevos emprendimientos en Ecuador son liderados por mujeres, así lo estimó la II edición del Global Entrepreneurship Monitor, estudio publicado en octubre de 2020 por la Escuela de Negocios de la ESPOL. Se trata de mujeres que, ante la falta de oportunidades laborales, la necesidad de ingresos adicionales o por apoyar a la economía de su hogar, deciden iniciar un negocio.

 Sin embargo, el empezarlo y posteriormente invertir en él para mantenerlo o hacerlo crecer, es difícil. En especial al tener en cuenta que la brecha de género en el sector financiero aún se mantiene. Según cifras de Global Findex, base de datos creada por el Banco Mundial, en América Latina entre el 2019 y 2020, esta brecha en la banca alcanza el 6% y en nuestro país es mayor, llegando al 18%. El estudio detalla que en Ecuador el 57% de personas no bancarizadas son mujeres, frente al 40% de los hombres, situación que genera que la obtención de créditos, en el caso de las mujeres, se complique al no tener un historial financiero.

 Así lo ratifican las cifras brindadas por el Banco Central del Ecuador que señalan que el 31% de las mujeres no accede a un crédito formal y en el sector rural, tan solo el 14,4% de ellas puede beneficiarse de un préstamo. Generar oportunidades para cerrar esta brecha existente, es la razón que lleva a varias instituciones a buscar alternativas viables y concretas que brinden soluciones a la situación que enfrentan las mujeres en nuestro país.

Una de las iniciativas que nace desde el sector privado es la de ingresarlas al sistema bancario. Para ello, se debe tener en cuenta las realidades que enfrentan y por las cuales no han tenido la oportunidad de formar parte del sistema financiero. Un ejemplo de iniciativas es la propuesta por Mutualista Pichincha, a través de la cuenta Emprende Segura, un producto que se enmarca en tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS):

ODS 5: Igualdad de género.

ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico.

ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles.

La cuenta Emprende Segura ofrece varios beneficios a las cuenta-ahorristas, ya que les permite administrar, ahorrar y planificar sus metas de emprendimiento, de una manera más eficiente. Mediante esta alternativa, las mujeres pueden acceder a planes de ahorro que, al cumplir con la meta planificada, de una manera disciplinada, se genera un 1,5% adicional de interés por su ahorro. Lo que se busca, al incentivar que las emprendedoras ahorren, es que puedan contar con un capital semilla y cambiar la concepción de que es necesario empezar con una deuda su nuevo negocio.

Los beneficios son varios porque, al cumplir estas metas, este comportamiento permite suponer la disciplina que las cuenta ahorristas tendrán si acceden a un crédito. Según cifras de Mutualista Pichincha, el comportamiento en el pago de obligaciones crediticias activas al 2020 de las mujeres que han accedido a créditos en esta institución, es mejor que el de los varones; por ejemplo, el porcentaje de mora de 90 días o más para la cartera comercial, muestra un promedio de 4,3% en hombres y de 3,2% en las mujeres. En cuanto a las deudas de consumo, la mora promedio en varones es de 11,8%, versus un 9,1% en las mujeres.

APOYO A LAS EMPRENDEDORAS

De acuerdo con lo señalado por esta institución, las mujeres cabezas de hogar de entre 18 y 70 años, madres solteras que tengan pequeños negocios, mujeres con actividades económicas informales de comercio, producción y servicio, con o sin experiencia crediticia en el sistema financiero, podrán acceder a este tipo de cuenta.

Además de los beneficios por su ahorro y el financiamiento, Emprende Segura completa este círculo para apoyar a mujeres emprendedoras, con servicios para que sus negocios salgan adelante, a través de un Plan de Formación Académica, que brinda capacitaciones sobre negocios, ventas, marketing, etc., también apoya con asesoría y desarrollo de productos comunicacionales, imagen, redes sociales, etc. Por otro lado, a través de la tarjeta de crédito pueden contar con un seguro de desgravamen, asistencia en el hogar, ayuda con orientación escolar, entre otros.