Diabesidad: una relación directa entre la obesidad y la diabetes
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica, que a pesar de ser muy común en la población aún no es concientizada totalmente en la sociedad. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, se estima que 62 millones de personas en América Latina tiene diabetes tipo 2, de hecho, el número de casos como la prevalencia de esta patología ha ido aumentando constantemente en las últimas décadas.
Probablemente las personas hemos escuchado sobre la diabetes y la obesidad como dos enfermedades que pueden conllevar consecuencias negativas para la salud humana. Sin embargo, existe un nuevo término médico que se está convirtiendo en una epidemia mundial como es la diabesidad.
¿Qué es la diabesidad?
Este padecimiento es el conjunto de dos grandes patologías como son la obesidad y la diabetes tipo 2. Juntas estas condiciones aumentan en gran medida el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Para el endocrinólogo Jay Waddadar de Cleveland Clinic, la diabesidad tiene un gran potencial en causar efectos nocivos en el cuerpo a largo plazo. Debido a que, es una afección silenciosa que puede llegar a afectar incluso si el paciente se siente bien en el momento de ser diagnosticado.
¿Cómo se relaciona la diabetes con la obesidad?
Cuando las personas sufren de obesidad son más propensas a desarrollar diabetes debido a que los pacientes tienen demasiada glucosa (azúcar) circulando en el torrente sanguíneo. Es así, que el sobrepeso también hace que la diabetes empeore rápidamente.
De acuerdo con el diagnóstico del Dr. Waddadar, así se relaciona estas dos patologías:
- Controlar el nivel de glucosa en la sangre es el trabajo del páncreas. Debido a que este órgano es la encargada de crear insulina (hormona que controla la concentración de glucosa o azúcar en la sangre). Normalmente, la insulina transporta la glucosa a los músculos para usarla de inmediato como fuente de energía. Además, de almacenarse en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno.
- Pero cuando una persona sufre de diabesidad, sus células se resisten y no permiten que la insulina mueva la glucosa hacia ellas. Y al mismo tiempo, el área del hígado donde generalmente se almacena el exceso de glucosa está llena de grasa.
- Sin ningún lugar donde almacenar la glucosa, esta permanece en el torrente sanguíneo. Es por ello, que el páncreas creará aún más insulina tratando de sacar la glucosa de la sangre, empujando contra esta resistencia creada por la grasa.
- Como resultado, el páncreas trabaja demasiado y se desgasta durante este proceso, consecuentemente, este órgano empieza a producir menos insulina, produciéndose una acumulación de azúcar adicional en el torrente sanguíneo o mejor llamada diabetes.
¿Todas las personas con obesidad desarrollan diabesidad?
Si el paciente posee sobrepeso, tiene aproximadamente seis veces más probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, que los individuos con un peso saludable. Pero no todas las personas con obesidad padecen diabetes automáticamente. Factores como: historia familiar, dieta, ejercicio, estrés y salud intestinal pueden ser claves para el desarrollo de esta patología.
¿Cuáles son los efectos de la pérdida de peso?
Debido a que el exceso de grasa empeora la diabetes, perder peso puede mejorar en gran medida la afección. Según el Dr. Waddadar, “perder tan solo del 5% al 10% de su peso corporal total puede mejorar en gran medida la diabetes tipo 2. Por ejemplo, si pesa 200 libras, el 5% de eso son 10 libras. Por lo tanto, reducir su peso a 190 libras puede ayudar significativamente a su salud”.
El primer objetivo del tratamiento para la diabesidad es alcanzar y mantener un peso saludable junto con una dieta baja en carbohidratos. Una alimentación equilibrada en conjunto con actividad física, puede ser un arduo desafío para los pacientes que evitará en un futuro complicaciones graves de la diabetes no controlada como: enfermedades cardíacas, insuficiencia renal y daño a los nervios.