Las redes sociales son el escenario perfecto para recibir imágenes que conmueven y emocionan, diariamente, a través de Facebook, Instagram, Whatsapp, TikTok, o cualquier otra red social. Queda claro, que, con tanta información generada de forma constante, es preciso disponer de fuentes fiables a las que acudir para obtener datos de calidad sobre el conflicto Ucrania - Rusia, mismo que genera la atención pública global; y que, además, permite abordar la problemática de las noticias falsas.

Informes recientes de la consultora Domo que son ejecutados anualmente, permiten apreciar datos interesantes respecto al uso que los internautas hacen en la red. Recordar que cada minuto que pasa, los más 4.500 millones de personas con acceso a Internet que se calcula hay en el mundo envían casi 42 millones de mensajes de WhatsApp, se instalan 2.704 veces la aplicación TikTok, suben 500 horas de vídeo a YouTube, se unen 319 nuevos seguidores en Twitter, publican casi 348.000 post en Instagram y suben más de 147.000 fotografías a Facebook. En una sola palabra: todos somos creadores de información.

Conforme avanza la guerra en Ucrania, imágenes y videos falsos sobre la invasión de Rusia continúan generando controversia y viralizándose en redes y en internet. La razón es que la fluidez e inmediatez con la que acontecen los hechos dan origen a que se compartan gran cantidad de fake news.

Un ejemplo son las imágenes antiguas que se muestran como actuales, como fotos del presidente en el frente de batalla que corresponden a otras fechas (ocurrió al inicio del conflicto con fotografías que muestran al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, utilizando el uniforme militar al mando). Es decir, son imágenes correspondientes a otras fechas y contextos, mismas que generan millones de interacciones en internet.

El problema de estas falsas informaciones es tan acuciante que cada vez se hace más necesaria la alfabetización mediática: “Cada día nos enfrentamos a noticias falsas, a estrategias de desinformación que nos hacen ciudadanos más pasivos y sujetos a manipulación, por ello es preciso recordar que lo engañoso parece real y ser cautelosos”, afirma Rodrigo Jordán, consultor experto en comunicación política, medios e información, quien comparte algunos consejos para comprender la diferencia entre lo falso y lo real:

1. Prestar atención a la calidad de las imágenes y a los detalles. En el ciberespacio existen infinidad de imágenes de otros conflictos que se están compartiendo, el fijarnos en la calidad, pixeles, nitidez y observar desde un contexto de análisis global. ¿Sería imposible en Ucrania un desierto, verdad?, si algo no encaja, pues la mejor alternativa es la duda y no compartir, primero verificar.

2. Detox de redes. Hacer una pausa ante tanta información es importante, estudios indican que el contenido que más compartimos es el que nos genera reacciones emocionales grandes. Una amplia variedad de videos impactantes que llegan a nuestras manos y compartimos no siempre son reales, pero como nos perturban e inquietan los enviamos a nuestros contactos.

3. Desarrollar el hábito de investigar. Ante la desconfianza de la información que se recibe, las noticias inventadas también fueron hechas para que lleguen y confirmen convicciones que ya se tenían. Si la noticia está pidiendo que creas en ella, probablemente es falsa, las noticias que son verdaderas suelen citar fuentes que incluyen enlaces y documentos oficiales.

4. Los intereses políticos de las fuentes. Es conveniente fijarse en qué medios de comunicación están dando la noticia, puesto que podrían existir intereses políticos o económicos tras esa información.

5. Conocer herramientas claves de verificación. Como TinEy (recurso que permite verificar la información de imágenes), InVid (recurso para verificar videos), Verificación de AFP Factual , entre otros.

“Si la información es poder e influye en las mentes y actitudes de las personas, dado que vivimos en una construcción mediática de esta realidad, es urgente que los hechos sean verificados para evitar polarizaciones, porque la ciudadanía conoce su mundo a través de los medios y las redes, así evitaremos sesgos innecesarios de opinión pública que refuerzan polarizaciones tóxicas, tan comunes en las redes sociales actualmente”, enfatiza Jordán, experto en comunicación estratégica.