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El Telégrafo

Rendimiento individual y colectivo de la selección preocupa tras obtener 1 de 6 puntos en disputa

Los reveses de la 'Tri' acentuaron las distancias entre titulares y variantes

Los reveses de la 'Tri' acentuaron las distancias entre titulares y variantes
Foto: AFP
31 de marzo de 2016 - 00:00 - Redacción Fanático

Las ausencias importantes y el insuficiente nivel competitivo de algunos jugadores considerados referentes han atenuado las deslucidas presentaciones de la selección ecuatoriana en la última doble jornada de eliminatorias. No obstante, los resultados preocupan (1 de 6 puntos disputados); la propuesta y el funcionamiento han generado cuestionamientos, y la poca fiabilidad que mostraron las variantes al asumir la responsabilidad, acentúa las distancias entre ellos y los titulares.

“Fue la convocatoria más difícil que tuve. Algunos se recuperaban de una para larga y otros no jugaban”, manifestó el seleccionador Gustavo Quinteros tras la derrota en Barranquilla. Más que una apreciación, el entrenador habló sobre la realidad, pues se hizo evidente que no contó con las herramientas necesarias para ejecutar su plan.  

El técnico uruguayo Juan Ramón  Silva coincide en que las bajas de Felipe Caicedo y -principalmente- Miler Bolaños trastocaron el rendimiento de la Tricolor. “Bolaños da seguridad en ataque y distribución en tres cuartos de cancha. Es la primera opción de descarga a partir del trabajo de recuperación que hace Noboa. Da un juego de pausas y velocidades. La falta de su aporte incidió tanto como los errores defensivos, pues el equipo se vio asediado al no tener dominio arriba”.

Una vez ponderadas las bajas, cabe valorar el nivel de aquellos referentes que mantuvieron su titularidad pese a no encontrarse en un nivel de competencia idóneo.  

El exseleccionado y mundialista, Juan Carlos Burbano apunta que al menos 4 de los hombres claves del combinado patrio no han tenido protagonismo en sus clubes y que esto afectó el funcionamiento colectivo, y critica que exista predilección por ellos al margen de sus condiciones actuales. “Son los clubes los que mantienen en nivel a los seleccionados. A la selección se llega en buen nivel, no a ganar buen nivel. En estas fechas muchos han llegado a ganar ritmo de juego y nos afectó”.

Para el brasileño Janio Pinto, en las 2 fechas también fueron determinantes las malas decisiones del timonel de la selección. El mismo Quinteros ha reconocido sus fallas; pero lo alarmante fue su confesión en la última rueda de prensa: “A los 15 o 20 minutos vi que era difícil corregir”.

Pinto sostiene que “ante Paraguay se notaron los errores al escoger los jugadores que fueron titulares a pesar de su para deportiva y, luego, los que entraron al cambio, pues ellos nunca pudieron marcar la diferencia”. Mientras que con Colombia “la propuesta careció de los recaudos necesarios para ir a encarar un partido tan difícil en Barranquilla y en medio de las falencias que ya había desnudado Paraguay en Quito”. Estima que ante las ausencias y descensos de nivel no se debió hacer el mismo planteamiento que cuando no existían estas adversidades.

Falta confianza en las variantes

La nómina de jugadores seleccionables durante el proceso de Quinteros tiene un promedio de edad de 28 años. Para Rusia 2018 esta cifra se elevará a 30 y en 2019 -cuando inicie la clasificatoria a Qatar 2022- el promedio será 32.

Aparentemente el panorama da algo de tiempo para consolidar el recambio generacional, pero la realidad es que actualmente la selección carece de variantes consolidadas para tomar responsabilidades. “Hay titulares y suplentes y lamentablemente la distancia entre uno y otro es bastante grande. Hoy por hoy los que están en la plantilla no dejan de ser los mejores. El problema es que cuando falta o no viene en buen estado uno de ellos, se nota mucho”, sostiene Juan Ramón Silva.

Burbano, exvolante de El Nacional, percibe que esta falta de personalidad en los suplentes es abonada con la predilección del DT hacia jugadores como Montero y Valencia, a quienes dijo que iba a convocar pese a no tener minutos de juego. “Los titulares se relajan en un contexto así y lo cierto es que el que no es titular en su equipo no puede serlo en selección”.

Afirma que la situación era previsible en estos partidos y por ello se debió trabajar sobre el problema con el acervo de jugadores nacionales. “Si Achilier no llegaba en el mejor nivel se pudo hacer un microciclo con Mina y Arboleda, llamarlos entre semana, explicarles la idea. Domínguez, Pineida y Bagüí también juegan acá y con ellos se pudo trabajar en defensa con los reemplazantes para que pudieran ser tomados en cuenta”.

A criterio de Pinto, “esta situación pasa por cuestión de confianza” algo que critica, pues no ve lógico “convocar a 29 preseleccionados de los cuales apenas puede confiar en 14” para que sean de la partida.  

Ajustarse a la realidad

Estando claros en que nutrir las variantes y llegar a consolidarlas es un proceso que toma tiempo, los 3 técnicos consultados coinciden en que el planteamiento táctico de la ‘Tri’ debe ajustarse a los defectos, las cualidades y el contexto.

“Si bien estamos todos de acuerdo con que la selección busque los partidos y haga presión alta, tiene que haber equilibrio atrás. Hay que marcar, hacer vigilancias. No podemos exponernos a dejar todo el tiempo a los centrales mano a mano con los delanteros”, opina  el profesor Burbano.

Silva en cambio hace énfasis en la necesidad de encarar con otros criterios los partidos de visita. “Eso de jugar igual a igual en una cancha tan complicada como es Barranquilla no es fácil. Se puede pensar, se puede decir, se puede trabajar. Pero de ahí a llevarlo a cabo en los 90 minutos es otro tema. En eliminatorias no se puede cometer errores por confiar en exceso en una idea, porque no hay revanchas seguras”.  

En este sentido, Pinto es más contundente y pide que se “asienten los pies en la tierra”. “Tenemos grandes jugadores. Pero no por eso se puede pensar en jugar con todos igual”. (I)

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