Argentina, con Lionel Messi como estandarte y el regreso al rol titular de Gonzalo Higuaín, busca hoy su primer triunfo de local ante la débil Bolivia que lo encamine definitivamente en los puestos de vanguardia de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018.  

La Albiceleste viene de dos triunfos consecutivos de visitante ante Colombia y Chile. Pero necesita ganar por primera vez en casa para dejar atrás los ‘fantasmas’ después del traspié ante Ecuador (2-0) y un empate ante Brasil (1-1).

La diferencia es que hoy el escenario será distinto. No se jugará en Buenos Aires, sino en la ciudad de Córdoba, a la espera de un lleno total y el aliento sin condiciones de la hinchada. El motivo es simple: en los dos primeros partidos de las eliminatorias, jugados en el estadio Monumental de River Plate, el estadio lució semivacío, en especial ante Ecuador. Y los jugadores, según prensa argentina, pidieron mudar la sede al interior, donde se sienten más respaldados.  

Ningún jugador ha admitido este pedido de mudar la sede a Córdoba. Tampoco lo confirmaron Gerardo ‘Tata’ Martino ni la AFA. Pero el DT boliviano, Julio Baldivieso, lanzó la primera piedra: “Yo hablé con el ‘Tata’ en Nueva York y me comentaba que ahora decidió jugar en Córdoba porque necesita el apoyo para su equipo y necesita que el público lo aliente porque no siente que en Buenos Aires el apoyo sea total”.   

El público de Buenos Aires es considerado más exitista que el del interior del país. Los porteños no tienen problemas en silbar a sus jugadores si el equipo no funciona a la altura de sus pergaminos, como sucedió ante Ecuador.

En cambio, en el interior aprovechan al máximo cada oportunidad que se les presenta para ver a Messi y compañía y alientan sin pedir nada a cambio. Como ejemplo, las entradas para este partido se agotaron hace meses, a horas de ponerse a la venta. (I)

Bolivia llegó la madrugada de ayer a Córdoba después de un viaje de 12 horas con varias escalas. Foto: AFP