Mientras la selección mexicana  de  mayores está en la repesca como última opción para llegar al mundial de Brasil, los pequeños (Sub-17) están a punto de hacer historia.

Si en el 2011 se proclamaron campeones como anfitriones, dos años después tienen la oportunidad de convertirse en el segundo equipo de la historia de la competición que alcance dos triunfos consecutivos.

Hasta hoy, solo Brasil tiene ese honor después de proclamarse campeón en los torneos de  1997 y 1999.

Además, sería su tercer mundial y también igualaría en ese registro a Brasil. Y, ya de paso, a Nigeria, que aspira a ganar su cuarta copa.

México sueña con todos esos objetivos y para ello apela a una palabra: revancha. La humillante derrota por 6-1 en la fase de grupos hizo mucho daño. Los hombres del entrenador Raúl Gutiérrez utilizarán como estímulo ese marcador para lograr el éxito.

México ha sufrido a lo largo del torneo y ahora no quiere dejar pasar una oportunidad histórica. Ante los nigerianos no será fácil. Nigeria se ha mostrado invencible durante todo el mundial. Nadie ha podido ganar a los africanos, que  solo cedieron un empate a tres goles contra Suecia en la fase de grupos.

En seis partidos ha marcado 23 goles y solo ha recibido cinco. Datos que asustan y que dan confianza a algunos jugadores de Nigeria antes del duelo final.

La final se jugará hoy desde las 11:00 (hora ecuatoriana) en el estadio Mohammed Bin Zayed de la ciudad de Abu Dabi.

El partido por el tercer puesto entre Argentina y Suecia se jugará en el mismo escenario a las 08:00.