Una extensa columna compuesta por unos 80 comunicadores y familiares de los jugadores espera la  autorización para ingresar a la Casa de la Selección y participar en el último contacto con los tricolores antes del partido de mañana (16:00) contra Uruguay, en el estadio Atahualpa.  

“Pega fuerte” el  sol y la espera se vuelve insoportable por momentos; pero la desesperación termina cuando un encargado de seguridad abre las puertas del complejo y permite el ingreso. Algunos jugadores, ya  uniformados, deambulan por los pasillos y otros hablan por teléfono asomados en los balcones del edificio de concentración. Otros, simplemente, observan a Quito desde Monteolivo.       

Pese al estricto control de los guardias en la puerta principal, algunos familiares, amigos y autoridades seccionales, como el caso del alcalde de Pelileo, Manuel Caizabanda, lograron “filtrarse” entre los periodistas e ingresar al lugar.   

Caizabanda no llega con las manos vacías. Trae con él chaquetas de jean para Antonio Valencia y el técnico  Reinaldo Rueda. Para el  resto del plantel tiene bolsos tejidos en lana que llevan bordada la palabra Ecuador. “Creemos que es necesario motivarlos y qué mejor que hacerlo con productos hechos con manos ecuatorianas”, indica Caizabanda mientras se toma fotos con los jugadores durante la entrega.

Mientras eso ocurre en el interior de la Casa de la Selección, en la entrada principal del edificio el arquero   Máximo Banguera y el volante Renato Ibarra aprovechan para saludar a sus amigos y tomarse fotografías con algunos hinchas que lograron ingresar. Metros más adelante, en el comedor, Luis Fernando Saritama disfruta  del desayuno.   

Treinta minutos después se realiza la sesión fotográfica con todo el equipo, una tradición antes de disputar los partidos de Eliminatorias. Ninguno luce los zapatos personalizados que las empresas deportivas les han confeccionado para el partido de mañana.         

Lo que se sabe es que Banguera, por ejemplo, tiene unos botines negros con el número 1 y la leyenda, grabada en un costado, “El fútbol es corto en esta vida, disfrútalo porque luego te olvida”.

El DT, Valencia y Noboa pidieron el apoyo total  del pueblo ecuatoriano durante todo el cotejoÉnner Valencia, Frickson Erazo, Segundo Castillo y Óscar Bagüí llevan bordados en sus “pupos” los nombres de sus hijos. Fidel Martínez tiene estampadas, en uno de sus zapatos, las iniciales FM y en el otro las letras A y A que significan “alegría y atrevimiento”, una frase que denota su personalidad.   

La sesión fotográfica es rápida, dura menos de cuatro minutos. Después de pasar por ese protocolo los futbolistas retornan a sus habitaciones y algunos se pasean en los balcones sin camiseta.  

Hay buen ambiente. Cuando los visitantes abandonan las instalaciones, la salsa sube de volumen. Por instantes, incluso, da la impresión de que se encuentran filmando los tradicionales videos que en las jornadas pasadas subieron a la web como muestra de la unión existente al  interior de la Selección.

Se escuchan aplausos y gritos, algo similar a lo que grabaron los seleccionados en el jacuzzi y dentro de  las duchas hace unos meses.