Así “suena” la Selección
Por cinco minutos fueron felices. Celebraron, hicieron barras. Cada uno a su manera imaginó el gol de Segundo Castillo, quien de cabeza marcó el empate para Ecuador en el cotejo frente a Argentina.
Felices por cinco de los 97 minutos que se jugaron. El resto del tiempo fue de preocupaciones. Ocho ciudadanos no videntes se reunieron para seguir por radio el duelo entre “tricolores” y “albicelestes”, que se jugó el pasado martes en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito.
No habían transcurrido dos minutos cuando un locutor de la estación Mach Deportes anunciaba una falta penal en el área ecuatoriana, provocada por el portero Alexander Domínguez contra el delantero Rodrigo Palacio. “Vamos, tápale, tápale ‘Dida’ (Alexander Domínguez)”, musitaba Manuel Llanos, presidente de la Asociación de Ciegos de Pichincha (Asocip). Sus ruegos “cayeron” al piso, Sergio Agüero metía el penal.
Como una reacción en cadena, la tristeza se apoderó de los oyentes. “¡Chuta!”, “¡qué pendejada!”, “ya nada, vamos al empate”, escapaban los comentarios.
Las personas ciegas prefieren los relatos radiales a los de la TV. Dicen que son más descriptivosTras algunas incursiones de Jéfferson Montero y Antonio Valencia, los invidentes se frotaron las manos, presentían que la igualdad estaba por llegar. En efecto, a los 16 minutos, aprovechando un centro de Walter Ayoví, Segundo Castillo superó al cancerbero Sergio Romero. “¡Goool, goool, goool..!”, resonó en coro. “¡Vamos Ecuador, carajo !”, gritó Euro Silva, mientras Olga Zhingre tanteaba la silla con las manos para volver a sentarse.
Los nombres de Montero, Valencia, Paredes, Noboa, Caicedo, Domínguez, Romero, Mascherano, Di María, Agüero subían y bajaban los ánimos de los concurrentes.
Pasada la media hora del duelo, un penal sobre Felipe Caicedo, no sancionado, los indignaba rotundamente. Al final del primer tiempo intentaban consolarse.
Etapa de complemento
Al iniciarse el segundo tiempo, los ocho personajes inclinaron sus oídos hacia los parlantes. Ecuador Torres esperaba que su “tocayo” concretara la mayor cantidad de tantos.
En pocos instantes, según los narradores radiales, la escuadra local se adueñó de campo y pelota, pero Argentina respondía con contraataques basados en pases largos y remates desde fuera del área.
Montero era de nuevo el nombre más pronunciado por los locutores. Uno, dos, tres centros, que ni ‘Felipao’ ni Castillo ni Rojas atinaron a encajar en el arco visitante. Torres se cubría el rostro con las manos, la desesperación que sentían los futbolistas ecuatorianos se reproducía en su cuerpo.
A los 53 minutos, el relator gritó “¡penal! Contra Felipao”, mas el juez Enrique Cáceres permitió que las incidencias continúen. “Este árbitro está peor que nosotros, no ve nada”, exclamó Oswaldo Matute, seguido por una cadena de risotadas.
Los comentarios acerca de posibles cambios eran tema de conversación entre Rody Zhingre y Manuel Taipe. “Los periodistas dicen que Álex Colón es bueno, no sé si sea cierto, nunca lo he visto jugar”, manifestó Taipe antes de soltar una carcajada.
Sin embargo, los ingresos de Renato Ibarra, Luis Saritama y Juan Luis Anangonó no dieron los anhelados resultados, ni siquiera ayudó la expulsión del argentino Javier Mascherano. La emoción, al igual que la radio, se apagó. “No hay que ser superficiales, aún tenemos chance de clasificar”, sentenció Ángel González.