La mantequilla y el ají son los dos únicos alimentos prohibidos en la  dieta que tienen los seleccionados nacionales.

El primero por ser una grasa saturada que eleva los  triglicéridos y el colesterol.

El segundo porque es un estimulante  estomacal muy nocivo, “que al combinarse con la presión que viven los jugadores  puede desembocar en una gastritis”, aclaró el doctor Patricio Maldonado,  el encargado de elaborar  el menú en el que la ingesta de carbohidratos es la base de la alimentación diaria.

Un futbolista necesita consumir, en promedio, por la actividad que desempeña, entre 3 mil y 4 mil calorías diarias. Por eso no hay restricción, si desean repetir algún alimento en cualquiera de las comidas que ingieren. Lo que generalmente  siempre piden es el “cocolón”.