Zaida Loayza es una mujer comprometida con las obras sociales. Su espíritu altruista -que ella atribuye en gran parte a su formación religiosa- la ha llevado a recorrer sectores donde habitan grupos vulnerables, cuyas necesidades insatisfechas y las pocas posibilidades de un mejor provenir la motivaron a aceptar la candidatura a una concejalía para el Distrito 2, por Alianza PAIS.

Ese mismo espíritu solidario que descubrió mientras cursaba sus estudios primarios y secundarios en la Unidad Educativa Sagrados Corazones fue el que la llevó -en su adolescencia- a pensar en tomar los hábitos.

Pero reconoce que entre los 14 y 15 años, la inquietud propia de la edad hizo que descartara esa posibilidad, mas no sus ideales de ayuda al prójimo.

Zaida es la última de siete hermanos y de cariño la llaman ‘Dunga’. “Ellas (hermanas) dicen que cuando yo nací había una canción (La Zandunga) y de ahí surgió el Zaida. Mi esposo me dice ‘flaca’”, revela sonriendo.

Esta madre de tres hijos (dos varones y una mujer), oriunda del cantón Piñas, de la provincia de El Oro, se inició en la política justamente con el presidente Rafael Correa. “Soy un ama de casa más, nunca antes he estado en política. Lo apoyé porque creí en el proyecto de la Revolución Ciudadana”.

Las 9 campañas en las que ha acompañado al Jefe de Estado y donde ha apoyado además a asambleístas, concejales y otros funcionarios de Estado, le sirvieron para darse cuenta de la realidad que aqueja a algunos sectores de Guayaquil.

“Siempre, desde mi juventud, me he dedicado a hacer labor social y estos últimos 7 años me he apoyado mucho en el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), (Misión Solidaria) Manuela Espejo, Ministerio de Salud. A veces tenemos casos de personas que no son atendidas rápidamente, entonces se hace una coordinación con los ministerios que están encargados”, menciona.

La candidata cuenta que la labor de ayuda desplegada por cuenta propia no tenía la intención de alcanzar algún cargo político. Sin embargo, el año pasado le propusieron la candidatura y se dio cuenta que de esta manera iba a poder ayudar a más personas. “Entonces acepté el reto”.

La postulante a una concejalía por el partido oficialista tiene claro cuáles son los problemas en Tarqui Popular, Pascuales, Bastión Popular, Flor de Bastión, Monte Sinaí, Los Vergeles, Samanes, Mucho Lote, Orquídeas, Rosario, Juan Montalvo y otros sectores que conforman el distrito 2, y el principal es la carencia de servicios básicos.

“Solo el 14% tiene agua potable y el 2% alcantarillado. Hoy (martes 18 de febrero) acabamos de venir de Los Vergeles 4, solo la autopista está pavimentada, se pasa de la autopista y no hay ni una calle pavimentada, no hay alcantarillado. Tienen un canal que a lo que termina la Perimetral es un río, es peligroso para los niños, está lleno de monte. Los servicios básicos son la prioridad, no todas estas personas están fuera del perímetro urbano como él (Jaime Nebot) dice”, resalta.

Otro ejemplo que cita es el del cerro Mapasingue que “prácticamente está en Urdesa y no hay alcantarillado ni calles asfaltadas”.

En ese sentido, Zaida Loayza destaca las propuestas de la aspirante a la alcaldía de Guayaquil, Viviana Bonilla, en lo que se refiere a programas como son los Centros de Desarrollo Barrial. “Luego de los servicios básicos, que son la prioridad, están estos centros que serán comunales, donde se van a dictar cursos de capacitación para los jóvenes, para ayudarlos con las tareas; deportes. Tendrán un minicine, miniteatro, infocentros”.

Destaca que entre los proyectos se plantea la construcción de 12 parques al estilo de Los Samanes. “Tenemos otro en Fertisa, el edificio de ‘La Licuadora’ también va a ser un parque”.

Uno de los problemas que ella precisa hay que atender de manera urgente, es la natalidad en madres jóvenes que tienen 4 y 5 hijos. “Hay que enseñarles a que le den una buena calidad de vida a los niños que ya tienen y que se cuiden de procrear”.

Zaida se define como una mujer muy amiguera y cariñosa, dedicada a su hogar desde los 19 años, cuando contrajo matrimonio. En sus ratos libres -que ahora son pocos- gusta de la lectura de autoayuda y por supuesto, de la Biblia.

También se distrae escuchando música romántica. Dice que el gusto por ese género musical lo heredó de sus hermanas mayores. Ahora también prefiere los temas del bachatero Prince Royce