Entre lágrimas, con voz entrecortada y una sonrisa, doña María de Jara, de 73 años, recibió a los delegados del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Imbabura en su casa, ubicada en las calles Maldonado y Obispo Mosquera, en el centro de Ibarra.

Su esposo, don Xavier Jara, fue quien abrió la puerta para que ingrese la comitiva del CNE con una de las 4 juntas receptoras del voto destinadas en la provincia para el plan piloto ‘Voto en casa’.

Cuando los funcionarios dieron el primer paso en la sala de la vivienda, doña María alzó la voz y emocionada expresó: “Bienvenidos a este humilde hogar”.

Su rostro dejaba ver la emoción y la ansiedad que tenía. “Me preparé y averigüé con mis hijos y nietos quiénes estaban de candidatos y cuáles eran sus propuestas. No me quiero equivocar porque a los 30 años vuelvo a votar”, comentó la anciana mientras introducía una de las papeletas en la urna del CNE. Sentada en su silla de ruedas, María aseguró que este proceso de inclusión la tiene llena de vida.

Al otro lado de Ibarra, en el barrio El Alpargate, desde las 07:00 esperaba con impaciencia Ernesto Suárez, de 72 años. Él también estaba en la lista de personas que ejercieron ayer su derecho al voto en su casa.

Para la ocasión, don Ernesto se puso un terno azul. “Es su favorito”, indicó una de las hijas que esperaban junto a él la llegada de la junta receptora del voto móvil.

La espera terminó a las 08:45. En ese momento los miembros del CNE, acompañados por veedores internacionales de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) llegaron a la casa de la familia Suárez e instalaron los kits electorales.

Ernesto se sentó en uno de los sillones de la sala de su casa, que lucía abarrotada de personas. Sacó un bolígrafo que tenía guardado en la camisa y celosamente, evitando que alguien vea la decisión que había tomado, votó.

“Me siento muy contento por poder votar en mi propia sala. Esperemos que estas iniciativas se fortalezcan”, concluyó Ernesto.

En total, en Imbabura 15 personas mayores de 65 años y con discapacidad superior al 75% ejercieron su derecho al sufragio en la primera experiencia del plan ‘Voto en casa’ que aplicó ayer el CNE en 12 provincias del país. Estaban registradas 19 personas.

Dos kits electorales recorrieron la capital imbabureña para que 9 personas depositen su voto. Mientras que en Otavalo otras 2 juntas receptoras del voto, una de hombres y otra de mujeres, captaron las papeletas de otros 8 ancianos discapacitados que presentan dificultades para movilizarse.

Carchi
En Carchi 22 de 25 personas inscritas sufragaron con el proyecto ‘Voto en casa’. Los beneficiados fueron personas con discapacidad y de la tercera edad, de los cantones Montúfar y Tulcán.

En el primer cantón María Segunda, de 99 años, abrió la jornada. Debido a su avanzada edad recibió la ayuda de una persona de su confianza para ejercer el sufragio.

Integrantes de la junta receptora del voto móvil se trasladaron con el kit electoral hasta el domicilio de la nonagenaria. Allí armaron las urnas para depositar las papeletas y el biombo separador que garantiza el secreto del voto.

Funcionarios revisaron los documentos de la beneficiada para luego proceder con el sufragio y posterior recolección de las papeletas que fueron ingresadas en los sobres de seguridad.

Con eso terminó la acción. Así los funcionarios del CNE, con custodia policial y militar avanzaron en busca de otro beneficiado para cumplir con la misma dinámica.

Para María Isabel Calpa, hija de María Segunda, el proyecto es positivo porque toma en cuenta a las personas que por motivos de edad o enfermedad no pueden acudir a las urnas. Su madre no votaba desde hace varios años, sin embargo no quiso dejar pasar la oportunidad para votar de nuevo.

Calpa agradeció el gesto y destacó la importancia del certificado de votación, que es necesario en varios trámites. Ella quiere que entidades estatales la ayuden a mejorar su vivienda y requiere el documento.

En principio el CNE de Carchi entregó credenciales a 25 personas con discapacidad para que formen parte del proyecto ‘Voto en casa’, pero 2 personas fallecieron en el transcurso del año.

Miriam Cabezas, directora del CNE en Carchi, explicó que la entrega de las credenciales se realizó puerta a puerta. 

Sostuvo que los beneficiarios decidieron participar del proceso de forma voluntaria. Los interesados debían presentar la cédula y carné de discapacidad.

El ‘Voto en casa’ inició a las 07:00 y duró hasta las 17:00. En Carchi hubo 2 juntas receptoras del voto móviles que se desplazaron a los domicilios de los votantes. Los familiares presentaron la credencial que entregó el CNE, cédula y carné de discapacidad.

Otra de las beneficiadas, María Martínez, de 80 años, recordó que siempre ejercía su derecho al voto, pero dejó de hacerlo hace 10 años debido a su edad. Ahora pudo cumplir con su derecho ciudadano gracias a la iniciativa del CNE.

Azuay
Una ‘alegría en el corazón’ sintió Maruja León, de 75 años, cuando al mediodía, en su vivienda ubicada en las calles Vega Muñoz y Mariano Cueva, en Cuenca, ingresaron miembros del CNE.

Ella, al igual que otras 37 personas más en Azuay (de 39 registradas) fueron parte del proyecto ‘Voto en casa’.

“El corazón se puso alegre porque hacen valer a esta viejita”, dijo León, quien explicó que nunca ha dejado de sufragar, “pero me tenían que llevar en la silla de ruedas y ahora los estaba esperando para no estar yéndome lejos”, acotó.

Cuatro juntas receptoras del voto desplazó la delegación provincial del CNE en Azuay para que se dirijan a los domicilios de los electores del ‘Voto en casa’, los mismos que iniciaron las actividades desde las 11:00.

MANABÍ TUVO MÁS VOTANTES

El CNE informó anoche que un total de 275 personas de un total de 316 empadronadas participaron en el ‘Voto en casa’, registrando cinco fallecimientos en los últimos días.

Por provincias, la distribución fue así: en Imbabura se había previsto la votación de 19 personas, y lo hicieron 15; en Tungurahua, 24 de 23; en Santa Elena, 44 de 47; en Carchi, 22 de 25; en Loja, 18 de 23; en Manabí, 63 de 80; en Morona Santiago, 8 de 9; en Chimborazo, 14 de 15; en Bolívar 13, en Napo 4 y en Azuay, 37 de 39.

Datos

El proyecto de inclusión de personas con discapacidad al proceso electoral ‘Voto en casa’ está dirigido a los mayores de 65 años que por problemas de movilidad no pueden acudir a las juntas receptoras del voto (JRV) de su jurisdicción. Los beneficiarios deben tener un 75% de discapacidad física.

El traslado de la junta receptora del voto (JRV) móvil se realizó en un vehículo policial, en el cual viajaron 2 miembros de la Policía Nacional, el presidente y el secretario de la mesa electoral y un militar en la parte posterior del vehículo. Veedores de Unasur y Uniore también participaron.

Según la consejera Roxana Silva, el proceso tuvo un resultado exitoso. “El CNE cumple con su política de inclusión y consigue el inicio del fortalecimiento de la democracia ecuatoriana”, manifestó la funcionaria.