Ya resulta sospechoso y molestoso a la vez, pero lo ocurrido con el conflicto forjado (institucional y mediáticamente) con Solca ha servido para revelar, una vez más, al aparato político y mediático de la oposición y de ciertos grupos y personas desinformadas. Hicieron de esto un show político y de la peor calaña. Sin contar con las cifras ni los datos, algunos medios y periodistas se lanzaron con todo. Y ahora que se aclaran las cosas no dicen ni pío, nadie rectifica, pide disculpas ni nada por el estilo. Claro, la responsabilidad principal está en los directivos de Solca. Ahora ya no sabemos si lo hicieron solo por desconocimiento, desinformación o mala fe. ¿Habrá detrás de esto un afán político y proselitista? Ya la duda queda ahí, tras los datos expuestos ni siquiera podemos sospechar que fue por una mera desinformación, mucho más cuando hubo una campaña apabullante de descrédito y mala fe, en ‘memes’, redes sociales, blogs, y supuestos analistas y espacios de opinión. Se jugó con el dolor humano de los pacientes con cáncer y sus parientes. Así no se hace política, y mucho menos se hace servicio público ni beneficencia. (O)