Los ofrecimientos populistas del anterior Gobierno no solo han dejado un entramado de corrupción en el país, sino una lucha que no es de ahora: el pago de las compensaciones jubilares.

El 30 de mayo de 2017, los maestros jubilados salieron a las calles a exigir el pago del incentivo jubilar que les adeudaban desde hace dos años, es decir desde 2015. Sin embargo, el nuevo Gobierno, heredó y asumió este problema, uno de tantos.

El 22 de mayo de 2019 se repite la historia. Otro grupo de jubilados sale a protestar en Quito, por la falta de pago de compensaciones jubilares atrasadas desde el 2008. Y así continuaron.

Pese a la crisis global por la pandemia del covid-19 y teniendo en cuenta que los jubilados pertenecen -la gran mayoría- a grupos vulnerables, el Gobierno central decide, con los nuevos recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), pagar compensaciones jubilares, para lo cual se han destinado $ 100 millones, adicionales a lo ya cancelado.

El Ejecutivo priorizará a los jubilados que superen los 70 años y con enfermedades catastróficas o discapacidad. “Quiero llevarme en el corazón la certeza de que hemos cumplido (...)", destacó el Primer Mandatario.

El retraso con los jubilados asciende a más de $ 1.200 millones, una deuda heredada de la anterior administración que no priorizó a este grupo vulnerable. Sin embargo, hasta la actualidad, el Gobierno ha cancelado más de $ 1.400 millones.

Entre mayo del 2017 y septiembre de este 2020, el Gobierno desembolsó $ 1.607 millones en efectivo y $ 424 millones en bonos del Estado, para pagar las compensaciones jubilares, adicionales a sus pensiones vitalicias, en beneficio de más de 34.600 jubilados.

El anterior Gobierno no dejó de vanagloriarse por la ejecución de megaproyectos, en los cuales se hicieron inversiones millonarias, algunos de los cuales hoy están paralizados, cuestionados, y donde se descubrieron sobreprecios en contratos. Sin ir muy lejos, uno de esos casos es con la constructora brasileña Odebrecht.

Pero los jubilados, pese a sus dolencias, pese a la pandemia, pese a la crisis, perseveraron y por fin se les reconocerá su lucha. (O)