Su madre había muerto y la escritora ecuatoriana —radicada en Venezuela— Lupe Rumazo no encontraba calma. Así que junto con su padre y esposo planificaron un viaje de distracción hacia Argentina para conocer a Ernesto Sabato, con quien ya había compartido correspondencia previamente.

Ella necesitaba conversar con el escritor de Sobre héroes y tumbas acerca el dolor, la muerte y, de paso, entregarle los originales de su libro Rol beligerante. Luego, él sería el autor de una nota de contratapa de ese texto en el que destacaba el análisis del estructuralismo literario desde América que hacía Rumazo. En ese encuentro que tuvieron ambos, Sabato le regaló un capítulo inédito de su novela Abaddón el exterminador, que la escritora utilizaría tiempo después para disertar su discurso de incorporación en la Academia Ecuatoriana de la Lengua.

Este breve episodio en la vida de Lupe Rumazo, que de seguro sonará a un nombre extraño para la mayoría de los lectores ecuatorianos, da luces sobre la calidad de intelectual y escritora que es. Una mujer con una vasta obra novelística, cuentística y ensayística que, para muchos autores nacionales, la ubican como la mejor narradora viva que tiene este país, pero cuyos libros (y figura) son apenas conocidos por un puñado de gente que ha tenido la suerte de acceder a ellos.  “Resulta que los escritores que vivimos afuera no existimos en Ecuador”, decía la autora de Carta larga sin final: a mi madre, Inés Cobo de Rumazo González, cuya definición de cultura es la misma que empleaba Camus: “Un inmenso movimiento de emancipación que se llama la cultura y que se realiza al mismo tiempo por la creación y por el trabajo libre”.

Es por ello que en esta edición, y a manera de homenaje y de justicia histórica, el crítico literario Wilfrido H. Corral nos presenta un ensayo sobre la producción literaria de la escritora ecuatoriana, en el que destaca: “Resulta que Rumazo es doblemente adelantada, como crítica y novelista impasible al carácter pusilánime del mundo intelectual femenino continental, liberada mucho antes, y no por medio de cuotas políticamente correctas sino por su talento”.

Ahora que la conocerán un poco más, esperamos que salgan tras la búsqueda de sus obras.