Acaba el año, y una serie de galardones literarios empezó a recaer en autores quiteños. En la primera edición del premio de novela corta La Linares (que conmemora los cuarenta años de publicación del libro homónimo de Iván Égüez), aparecen dos nombres que han sido pilares fundamentales para el crecimiento de CartóNPiedra: el primer lugar fue para Sandra Araya, nuestra anterior editora. Carla Badillo Coronado, que entre 2013 y 2014 mantuvo la columna Vagón 204, obtuvo una mención en el mismo concurso, apenas un día antes de llevarse el premio Creación Joven de Poesía en el Premio de la Fundación Loewe. Ambas nos han cedido fragmentos de sus libros ganadores para publicar en la actual edición del suplemento.

La lista es más larga: el consolidado escritor Abdón Ubidia, premio Eugenio Espejo de 2012, obtuvo el premio de cuento Joaquín Gallegos Lara 2015 con su libro Tiempo, en una convocatoria que tuvo como ganador de la categoría de novela a Óscar Vela, por Todo ese ayer. Otros ‘Rumiñahui de oro’ fueron para dos de nuestros colaboradores habituales: Luis Carlos Mussó, premio José Peralta por Rostros de la mitad del mundo, y Juan Paz yMiño, premio José Mejía Lequerica por Historia de los impuestos de Ecuador.

Así como ellos, otro autor premiado se asoma por nuestras páginas: el ganador de la cuadragésima edición del Aurelio Espinosa Pólit por su ensayo Estética de la indolencia, Santiago Peña Bossano, quien escribe ahora sobre el premiado cuentario de Ubidia. Y otros quiteños se suman a esta celebración: Andrés Villalba, amigo de la casa, que lanzó a finales de octubre su poemario No mueras joven, todavía queda gente a quien decepcionar; Luis Zúñiga, que acaba de publicar Karaoke, su primera novela por fuera del género histórico, y Jorge Izquierdo, finalista de la edición 2015 del premio Herralde con su novela Te faruru, segunda parte de una trilogía que inició con Una comunidad abstracta.

Alea jacta est. La coyuntura es testimonial: en fiestas de Quito, viene bien hablar de literatura quiteña. CartóNPiedra dedica esta edición a escritores de la capital ecuatoriana: unos noveles, otros experimentados, pero todos vigentes