En septiembre, el presidente Rafael Correa alertó sobre el proceso de desaceleración de la economía, que estaba en un punto de descenso del ciclo económico, el cual registra altas y bajas. Para revertir esa tendencia se adoptaron medidas anticíclicas, entre ellas, aumentar la inversión pública, y desde el último trimestre del año las cifras retomaron un ritmo ascendente. Según estimaciones divulgadas la semana pasada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Ecuador cerraría 2013 con un crecimiento de 3,8%, encima del promedio regional que es de 2,6%, y para 2014 se proyecta un tasa de 4,5%.

Según las autoridades ecuatorianas, el punto de descenso del crecimiento ya pasó y a lo largo del próximo año, la economía se ubicará en una nueva fase en la que el crecimiento volverá a acelerarse, influido en buena medida por la inversión pública que se espera aumente hasta final de año entre 22% y 23% con respecto a 2012. Ecuador, junto a Bolivia y Panamá, está entre los países de la región que exhibieron mayor gasto de capital, por sobre el 10% del producto interno bruto (PIB), lo que se traduce, por ejemplo, en el nivel de carreteras con el que contamos hoy, o en el avance de la construcción de los 8 proyectos hidroeléctricos que permitirán contar con energía más limpia y más barata en el mediano plazo.

Pero el crecimiento económico no solo representa frías cifras porque si algo tiene claro este Gobierno es que no se entiende el crecimiento sin redistribución. En esa esfera, las noticias también son buenas. Este año se lanzó la iniciativa de erradicación de la pobreza hasta 2017 y la movilidad social muestra cifras sorprendentes. Tomando como referente el Registro Social, en el que se incluyen los beneficiarios del Bono de Desarrollo, es decir la población más vulnerable, el 60% de quienes eran considerados en 2008 “pobres extremos” hoy ya no lo son, y 52% de los ‘pobres’, dejaron de serlo, según datos del Ministerio Coordinador de Desarrollo Económico. Y en el primer trimestre de este año, las Naciones Unidas  anunciaron que Ecuador es el tercer país de la región con mayor crecimiento de su Índice de Desarrollo Humano entre 2007 y 2012, lo que implica sustanciales mejoras en la calidad de vida de la población.