Tradición del Pase del Niño, objeto de exposición en Carondelet
La antigua tradición ecuatoriana del Pase del Niño, que representa la llegada de Jesús, es objeto de una exposición de 220 piezas en el palacio presidencial de Carondelet, en Quito, que muestra este rico acerbo cultural navideño.
"El Pase del Niño" se remota al siglo XIX, cuando esta ceremonia religiosa católica que se celebraba generalmente los 24 de diciembre en varias provincias del Ecuador homenajeaba el nacimiento del niño Jesús con unas tallas que vestían como ángeles y pastores y que la población las hacían desfilar acompañadas de danzantes y bandas musicales que entonaban villancicos populares.
En la ciudad de Cuenca, la tercera en importancia en el país, el tradicional "Pase del Niño Viajero" suele congregar a unas 50.000 personas en su centro histórico y fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador en diciembre de 2008.
Según Verónica Arias, guía de la exposición en la sede presidencial y de acceso al público en general, se trata de una costumbre que llegó a Ecuador junto con la colonización española, y se vio influenciada por tradiciones propias de los pueblos originarios.
Los "pases" o "pasos" giran en torno a los tres personajes principales de la sagrada familia: Jesús, María y José.
Uno de los más importantes, destaca la guía, es el "Paso del niño de Isinche", que se festeja en la provincia de Cotopaxi (centro del país) y nació con la leyenda de que en una hacienda de la zona, apareció la figura del niño en medio de unos bultos de lana.
De acuerdo a los lugareños, la figura se presentaba constantemente en sueños al dueño de la propiedad, proclamándose como el niño Jesús pidiéndole que creara una capilla para el pueblo.
El hacendado aceptó y los pobladores se hicieron devotos de la figura del niño al que atribuyen varios milagros.
La exposición presenta alrededor de 120 trajes y zapatos de los 6.000 que ha recibido este Niño, la mayoría de colores llamativos y confeccionados con lentejuelas, brillos e hilo de oro, "dignos de un rey".
La muestra también recoge fotografías del "Pase del Niño Viajero", figura que fue llevada a Tierra Santa y recibió una bendición papal, de ahí su nombre de "viajero".
Las paredes del palacio de Gobierno también presentan coloridas y rústicas figuras representativas de Azuay, conocidas como las "cholas cuencanas", que pese a su hieratismo transmiten la alegría que se vive durante las celebraciones navideñas.
La figura del "Paso del niño Rey de Reyes" corona la exhibición, una estatuilla que según describe Arias, apareció después de un terremoto en la ciudad de Riobamba, en la región andina de Chimborazo.
Esta imagen de Jesús que fue encontrada en medio de los escombros no pertenece a una congregación religiosa, sino a la familia que la halló y hoy es foco de devoción de todo el pueblo, que la vitorea y saluda en procesiones en las que compite con el protagonismo de individuos disfrazados con caretas de diablo hechos de lata.
Los villancicos que suelen acompañar los pases populares se han ido fusionando con ritmos nacionales como los "san juanitos, pasacalles", añade la experta.
"El propósito es mostrar la diversidad cultural del país, esto refleja cómo las tradiciones extranjeras se mezclaron con personajes propios y se creó una identidad única ecuatoriana", señaló.
La muestra inaugurada a mediados de diciembre, concluye el 6 de enero, cuando las piezas deberán ser devueltas a las instituciones públicas y privadas que las cedieron temporalmente.
En paralelo, la capital de Ecuador, Quito, será escenario este domingo del "Pase del niño de Isinche", que procesionará junto a 260 artistas, en un recorrido por el centro histórico colonial de la ciudad.
El trayecto amenizado por el Ballet Nacional Jacchigua y sus danzas tradicionales se iniciará en la Plaza Belmonte y concluirá en la Iglesia San Francisco, donde se oficiará una misa especial y se interpretará un nacimiento viviente. (I)