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El Telégrafo
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En Atacames temen poca afluencia de turistas en feriado

Las autoridades evaluaban los daños tras el sismo.
Las autoridades evaluaban los daños tras el sismo.
Foto: Álvaro Pérez / EL TELÉGRAFO
19 de diciembre de 2016 - 18:38 - Redacción Quito

En Tonsupa, la afectación es grave. Existen hoteles, restaurantes, locales comerciales, casas y otros bienes como carros y motos que han resultado afectados de manera parcial y total por el sismo de magnitud 7,8 frente a la costa de Atacames. 

En el malecón de Tonsupa, dueños de locales y de hoteles miraban perplejos cómo en unos segundos perdieron todo, fruto del trabajo de generaciones.

Mientras, policías custodian los predios afectados, ya que en horas de la madrugada hubo intentos de saqueos.

José Chumo, de 55 años, dueño del hotel El Sol, cree que en este feriado de Navidad no habrá mayor concurrencia de turistas, aunque su predio de 15 habitaciones resultó levemente afectado. "Todos nos asustamos, fue el detonante para que la actividad turística muera en el 2016".

Al frente del malecón, María Méndez, junto a varios familiares, recogía lo que se salvó de su puesto de ropa, pues su negocio, quedó en el suelo en tan solo pocos segundos. "Fue bastante fuerte, creo que más fuerte que del 16 de abril, pero mucho más corto".

Los dueños de hoteles, restaurantes y negocios de la playa esmeraldeña sienten que las ganancias que creían para este feriado por Navidad y Fin de Año bajen en un 70%. Algunos como Medardo Paredes son menos optimistas y considera que los ingresos disminuirán en un 90%.

"Los turistas nacionales y extranjeros ya no van a querer venir. Prefieren otras playas de Manabí y Guayas. Y ahora ¿qué vamos hacer?", se preguntaba el oriundo de Ibarra, quien perdió un pequeño hotel de cinco habitaciones.

Don Francisco Zambrano, de 67años, en cambio, no quería ni hablar, pues en el sismo de la madrugada del lunes perdió su casa (de tres pisos) donde funcionaba un hotel, restaurante y tienda. Dice que el trabajo de 30 años se fue al piso.  "Nos preparamos con tantas ganas para el feriado y a veces creo que es un castigo de Dios. El Gobierno nos ayudó con la ley de feriado y ahora esto, la verdad, no es justo".

Su sobrino pide la ayuda al Ministerio de Inclusion Económica y Social (Mies), ya que durante el seísmo su tío sufrió cortaduras en sus pies. "Tiene diabetes", puntualiza.

Leticia Portilla también es otra de las afectadas. Hasta ayer tenía un centro de abarrotes. Asegura que el domingo vendió alrededor de $ 4.300. En su negocio tenía una inversión de $ 50 mil. Tras el movimiento telúrico perdió al menos $ 20 mil en productos de primera necesidad y otros bienes como refrigeradoras y congeladores.

Dijo que junto a sus hermanas y sobrinos fueron sorprendidos ya que arrendaban en la misma casa donde funcionó el negocio. La casa pasó de tres pisos a 1. "Nadie tiene heridas de gravedad. Es un milagro que estemos con vida".

En esa playa, las autoridades del Cuerpo de Bomberos, desde las primeras horas de la mañana receptaban los pedidos de los moradores para que inspeccione los daños de sus viviendas.

Ángel Sosa, coordinador general del Cuerpo de Bomberos de Atacames, indicó que gestionan este apoyo para ayudar al Miduvi, institución que tomará las acciones correspondientes. "Debemos inspeccionar y luego veremos cuántas personas necesitan ayuda con sus construcciones".

Sosa manifestó que las consecuencias del último sismo son mínimas considerando la escala. Resaltó que eso se debe a que, luego del terremoto del 16 de abril, promovieron campañas de seguridad especialmente en los barrios, escuelas y colegios. "Por eso el nivel de heridos y muertos bajó considerablemente, porque ahora la ciudadanía ya sabe qué hacer".

En el hospital público Juan Carlos Huasti, la atención médica se realizó en las afueras del predio de salud. Dieciseis profesionales de la salud (2 turnos) atendían a los que llegaban por heridas. Hasta las 14:00 se atendieron a 60 personas, quienes sufrieron lesiones, especialmente cráneo encefálica, contusiones leves y moderadas, y fracturas de hombros y tórax.

El movimiento peatonal y comercial en las playas de Atacames mejoró con el pasar de la mañana. Ahí existen más presencia de turistas.

Los venezolanos Joaquín y Alexandra, quienes llegaron a esta playa hace tres días, indicaron que no tienen miedo. “Ahora el pueblo ecuatoriano debe darse cita más a los balnearios y debe hacerlo para ayudar a toda la gente que tiene negocios aquí”, apunto Joaquín Lara, de 36 años. 

En un conversatorio, el presidente Rafael Correa pidió a los ciudadanos no dejar de visitar Esmeraldas, pues es la mejor forma de apoyar. (I)

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