El ritual del Sol se realizó sobre una pirámide
Con un ritual de la cultura Quitu Cara, a propósito del solsticio de verano, se inauguró en Ciudad Mitad del Mundo, una réplica de la pirámide N. 13 del Complejo Arqueológico de Cochasquí, ubicado al norte de Pichincha.
En la ceremonia ancestral se revivió parte de la historia de la provincia con una mezcla de personajes tradicionales que vestían sus trajes coloridos y entonaron sus instrumentos.
Uno de ellos fue el último bocinero de Pomasqui, quien abrió el paso a la princesa Quilago, representada por la reina de Riobamba.
También desfilaron los bocineros de Cacha, los redoblantes de Tabacundo y Pedro Moncayo y los campanilleros de Cayambe con su Diablo Huma.
Como se hacía antiguamente, el ritual se realizó en la pirámide. Todos caminaron y bailaron hasta llegar a su cumbre donde encendieron el fuego sagrado.
Para el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, esta edificación representa un reconocimiento a la cultura Quitu Cara y a la herencia que dejó en diferentes ámbitos.
Con la nueva pirámide se puede ver una parte de lo que hay en el Complejo Arqueológico Cochasquí, un sitio que era habitacional y destinado a ceremonias y observaciones astronómicas.
El arquitecto Eduardo Villacís, responsable de la construcción, explicó que la pirámide, denominada Mitad del Mundo, es cuatro veces más pequeña que la original. Tiene 400 metros cuadrados de superficie con una cola de 36 metros de largo. Tiene la forma de una T, se asemeja al tupu de plata que usan los indígenas en su vestimenta.
La parte más alta tiene 5 metros de alto y 22 gradas.
La pirámide fue construida con material reciclable. Se usaron 6 mil llantas y materiales de construcción desechados. Gracias a este sistema la pirámide es sismorresistente.
La edificación tardó dos meses y tuvo un costo de $ 73 mil.
Según la viceprefecta de Pichincha, Marcela Costales, Ciudad Mitad del Mundo es uno de los sitios más visitados por los turistas y al estar las pirámides de Cochasquí un poco alejadas de Quito se decidió hacer una réplica para que la gente conociera la importancia de ese conglomerado arqueológico.
La nueva pirámide -dice Costales- está triangulada exacta y matemáticamente con el cerro Catequilla y la pirámide N. 13 de Cochasquí.
Según Costales, se escogió esta fecha para inaugurarla porque los Quitu Caras, quienes denominaban al Inti Raymi como mushuk nina, usaban las pirámides para pedirle al Sol que nunca dejara de salir.
Asegura que ellos sabían que en esta época el Sol está más lejos de la Tierra por lo que encendían fuego en la cima de estas edificaciones.
Es esta historia la que se busca dar a conocer a los turistas tanto nacionales como extranjeros. “Muchos deben saber que Ecuador es un país maravilloso que tiene raíces ancestrales milenarias tan grandes y luminosas que todavía no las conocemos”, dijo Costales. (I)