Una "estructura mafiosa" llamó la atención a la Policía Nacional por su modus operandi. Están radicados en el campamento improvisado de ciudadanos venezolanos asentado en el sector de Carcelén, en el norte de Quito.

Desde allí obligan, supuestamente bajo amenazas, a sus compatriotas a delinquir y prostituirse. Varias instituciones trabajan en desmantelar la supuesta estructura, según el reporte de la Policía.

Carlos Blanco, jefe de Operaciones de la Policía en Quito, durante una rueda de prensa ofrecida este viernes 16 de noviembre informó sobre las acciones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Metropolitano para atender el flujo migratorio en la capital.

Tras el censo poblacional realizado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social el pasado miércoles 14 de noviembre, se determinó que en ese lugar, en el Intercambiador de Carcelén, hay 70 personas asentadas en ese espacio.

Sin embargo, 11 integrantes de una familia se trasladaron a Esmeraldas, es decir que hasta el momento existen 59 personas (cuatro familias) en ese sector, de ellas 53 adultos (entre ellas, 6 embarazadas y 6 personas con discapacidad) y 6 niños. Esas personas serán trasladadas a los centros temporales de refugio y otro grupo irá al albergue San Juan de Dios.

Juan Zapata, secretario General de Seguridad, adelantó que este sábado 17 se hará la planeación operativa para la intervención guiada para reubicar a la totalidad de los ciudadanos venezolanos que están instalados en Carcelén.

"No será un desalojo", dijo, pero no dio detalles sobre el operativo y afirmó que tras la desocupación del campamento habrá presencia de fuerzas del orden para evitar que otra vez sea utilizado.

Por su parte, Silvana Haro, coordinadora zonal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), dijo que esta intervención guiada se produce por las denuncias de vulneración de los derechos humanos de venezolanos en ese sitio, al calificarlas como "indignas e inhumanas".

Detectó que la mayoría sufren de enfermedades preexistentes como cálculos, asma, rinitis y otras dolencias respiratorias debido a que viven en "pésimas y precarias condiciones". Asimismo, a los niños se les identificó que sufren desnutrición y tres mujeres presentan agresiones físicas. (I)