Los acordes de la marimba esmeraldeña suenan con insistencia en la explanada del Magap (centronorte de Quito), mientras un intenso olor a ceviches se desliza por los alrededores y atrae la atención de los transeúntes.

Se trata de la feria artesanal y gastronómica que promueve Atacames para llegar a los turistas capitalinos y de a poco lograr que ellos retornen a las playas.

“Nunca antes habíamos dejado nuestras playas en un feriado, pero hoy lo hacemos porque necesitamos vender lo que producimos porque de lo contrario no tenemos de que vivir”, acotó Luis Calle, quien es propietario de Juan Pachanga bar en las playas esmeraldeñas y trajo un poco de esa variedad a Quito.

En su pequeña cobacha expende batidos, caipirinhas y piña colada. Todo a $2.

Metros más adelante está Manuel Bustos, quien golpea entre sí las conchas para encontrar aquella que esté dañada.

“Trajimos los mejores productos para que los quiteños lo disfruten y poco a poco retornen a nuestras playas porque en Atacames vivimos del turismo”, reiteró.

El alcalde de Atacames, Byron Chiriboga, también está en Quito y espera que la llegada de turistas a su ciudad alcance al menos al 20% de lo habitual que representaría cerca de $600 mil en ingresos. "En un feriado normal por lo general se generaba alrededor de $3 millones", refirió Chiriboga, quien recalcó que para lograr esa reactivación se disminuyeron los costos.

Un 10% en la gastronomía y coctelería y cerca de un 25% en hospedaje. "Existe disponibilidad en los hoteles ya que en un 90% no han sido afectados. Vayan, pierdan el miedo y apoyen a los esmeraldeños", reiteró.

Los valores de los platos son accesibles. Existen ceviches de todo tipo que se comercializan en $&, el pescado frito en $7, al igual que los arroces.

En artesanías la variedad es enorme, así como el material del que están hechas y se las puede encontrar desde $1. Las tradicionales trenzas que se las elaboran en las playas también están en la Capital con precios que van desde $3.

“Estamos para complacerles a todos, y esperamos que los quiteños nos apoyen y pronto regresen a las playas de Atacames porque allá no hay mayor afectación y estamos abiertos a recibirlos. Confien en Dios de que no pasará nada grave ”, dijo María Márquez. (I)