La emergencia que vive especialmente la provincia de Manabí, luego del terremoto del pasado 16 de abril, motivó la implementación de medidas que incluyen los planes de seguridad policiales. El objetivo es evitar que delincuentes quieran aprovecharse de la situación de los damnificados.

Gracias a ello, la Policía Nacional reportó la captura de 16 personas en Pedernales esta semana, en el sector de Brisas del Pacífico, luego de que comprobaron que  estaban dedicados a la venta de alcaloides, incluso, en los albergues.

El operativo, organizado en coordinación con la Fiscalía, permitió decomisar 1.500 gramos de marihuana y medio kilo de pasta base de cocaína.

De la misma manera, la semana pasada en Portoviejo los agentes antinarcóticos desarticularon un grupo de microtraficantes que al parecer expendía drogas en los albergues instalados en la zona del Coliseo California y el aeropuerto.

Según la Policía, una de las personas capturadas estaba registrada como albergado y de esta manera ingresaba el alcaloide. Además, agentes allanaron 6 domicilios y detuvieron a 3 sospechosos que tenían en su poder 1.344 dosis de marihuana y 420 dosis de cocaína, un arma de fuego y un uniforme militar que utilizaban para evadir los controles.

El coronel Patricio Carrillo informó que en lo referente a la zona de Pedernales se  retiraron 4 armas de fuego, también fueron detenidas 6 personas por cometer diferentes delitos. “No vamos a permitir que actos delictivos agraven el problema, por eso hemos dispuesto alrededor de 50 carpas en los 42 barrios, desde donde gestionamos la vigilancia y patrullaje”, resaltó.

Carrillo dijo que la vigilancia se   fortaleció, lo cual hasta el momento resulta eficaz, sin el registro de delitos mayores. “La estabilización incluye activar los comercios particulares, desde tienda de abarrotes hasta almacenes, por eso la presencia policial en puntos estratégicos de la ciudad con las UPC emergentes es fundamental”, añadió.

El oficial dijo que se realizan tareas complementarias como las de acompañar a los pescadores en sus faenas diarias. Para ello cuentan con una patrulla del GIR que sale cada día con esa misión al mar.

Asimismo, la Policía controla el manejo adecuado de los escombros y deshechos, evitando que estos se realicen en lugares no autorizados. También vigilan el aislamiento durante los procesos de demolición, así como la entrega de ayudas, protección de albergues e instituciones públicas, entre otros servicios. “Esto se planifica en conjunto con todas las instituciones y se evalúan diariamente en el COE. Trabajamos por objetivos y nos impusimos metas en la tarea de reconstruir Pedernales”, aseguró el oficial.

El ministro del Interior, José Serrano, se refirió al tema del cuidado de menores y mujeres en las zonas del desastre y albergues, y dijo que el objetivo es impedir, por ejemplo, ataques o abusos sexuales.

Indicó que la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), mantiene constante vigilancia en todos los albergues: “Hemos incorporado la protección a las mujeres, embarazadas, personas con discapacidad, que están en los campamentos de manera integral. A los niños también se les enseña a protegerse en contra del abuso, a ellos, se los dotó de silbatos para que alerten, en el sitio, sobre cualquier anomalía”.

La mayor de Policía, Katy Viteri, contó que en los 4 albergues instalados en Pedernales hay alrededor de 500 niños y 654 adultos. Allí trabajan, además de la Policía, los ministerios del Interior y de Inclusión Económica y Social (MIES), las Fuerzas Armadas y personal de voluntarios.

El personal policial femenino colabora en  los refugios. Se establecieron tips de seguridad y acciones recreativas para los niños y jóvenes para que puedan convivir de una forma sana y segura, “sin que se vulneren sus derechos o, en el peor de los casos, sean revictimizados por el terremoto”, manifestó Viteri. (I)