El temblor de las 23:25 del jueves asustó a Leonardo Oviedo, quien en ese instante se bañaba. Su temor fue mayor cuando escuchó un fuerte ruido cerca de su vivienda, ubicada en la calle 18 y avenida Flavio Reyes, en Manta. Tras vestirse rápidamente y salir de su hogar, se percató de que por el sismo, se había caído la pared de la vivienda de al lado.

La estructura, perteneciente a la familia García, está deshabitada desde el pasado 16 de abril, cuando el terremoto tiró abajo parte de la casa. “A buena hora nadie pasaba por abajo de la casa, sino hasta lo mataba”, explicó ayer el joven, mientras veía los escombros que están arrumados en la vereda.

El Instituto Geofísico informó que el movimiento telúrico del jueves tuvo epicentro en Rocafuerte, con una magnitud de 5,2 grados en la escala de Richter. Fue sentido en cantones como Manta, Santa Ana, Portoviejo, Jaramijó, Jipijapa, Tosagua, Junín, San Vicente, Montecristi, Chone, Sucre y El Carmen.

Eduardo Almeida, director de Gestión de Riesgos del Municipio de Manta, expresó que esa noche recorrieron la ciudad, constatando que el único daño en la ciudad ocurrió en la casa de los García.

“Esa vivienda ya había sido afectada por el terremoto, pero se cayeron más paredes. En el sector se fue la energía, porque unos cables estaban encima de la pared y los arrancó”, dijo Almeida. La casa, de construcción mixta, tiene sello rojo y será demolida próximamente.

Los dueños del inmueble diariamente realizan trabajos en la estructura para rescatar parte de la madera, destacó Almeida, quien resaltó que varias personas salieron tras el sismo a las calles y veredas para permanecer en un lugar despejado por unos momentos.

Para Ana Tubay, del sector Nueva Esperanza, “este movimiento fue horrible. Me quedé paralizada”. Sofonías Rezabala, jefe del Cuerpo de Bomberos, explicó que esa noche recibieron 7 llamadas de personas preocupadas por el temblor. “No hubo mayor consecuencia, solo que los ciudadanos estaban inquietos”, dijo Rezabala.

Detalló que hoy, 3 bomberos peruanos estarán desde las 09:00 en las instalaciones del cuartel principal para capacitar a los locales en temas relacionados a desastre natural. Ayer, a las 09:41, hubo otro temblor de magnitud 3.4, en Naranjal, provincia de Guayas, el cual no causó ningún daño material. (I)

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Vicepresidente Glas visitó Pedernales

La reconstrucción ha generado 40.000 empleos

María Farías ya tiene casa propia; desde ayer reside en el sector Brisas del Pacífico (Pedernales).

En su visita a la localidad, Jorge Glas, vicepresidente de la República, realizó la entrega de la vivienda a Farías, quien es una de las miles de personas que perdieron su casa en el terremoto.

Tras ingresar a la edificación, construida con materiales antisísmicos, María recorrió todos los cuartos y revisó la cocina.
Indica que pasó momentos muy complicados tras el terremoto, pero que ya está tranquila junto con su familia, gracias a su nuevo hogar permanente.

En su visita a Pedernales, Glas constató los avances en la reconstrucción de las zonas afectadas de la localidad. Además entregó ayuda a las personas damnificadas.

En los albergues Divino Niño y Llanos de Pedernales otorgó 313 incentivos de vivienda a las familias del lugar.

Glas indicó que la reconstrucción en Manabí ha generado 10.000 empleos de manera directa y otros 30.000 indirectos. “Vamos a trabajar para que Pedernales quede mejor que antes”, destacó.

El vicepresidente informó además que hasta el momento se han entregado 22 mil incentivos de construcción y reparación de viviendas en las zonas afectadas (Manabí y Esmeraldas), los que representan $ 115 millones. “Reconstruimos una vez Manabí y hoy lo volveremos a hacer, nadie está solo”, dijo.

En la tarde, Glas entregó bonos de viviendas en el sector de Cojimíes y luego regresó a Quito. (I)