No fue un funeral de Estado, pero se le pareció. Con la presencia de la familia real y todos los líderes políticos al completo, desde el conservador Mariano Rajoy (presidente en funciones de España) al izquierdista Pablo Iglesias, culminó ayer el homenaje institucional que el país europeo rindió al pueblo de Ecuador un mes después del devastador terremoto del 16 de abril.

La Catedral de la Almudena, junto al imponente Palacio Real de Madrid, acogió la ceremonia fúnebre en honor de las casi 700 víctimas que dejó el sismo.

Público y periodistas fueron mantenidos a distancia por los agentes de policía que vigilaban los alrededores de la iglesia desde primeras horas del día. Era imprescindible un salvoconducto para entrar en el templo, sede episcopal de la arquidiócesis de la capital de España y cuyos robustos muros neoclásicos fueron testigos de la boda del actual rey Felipe VI con Letizia Ortiz en 2004.

Además del embajador de Ecuador, Miguel Calahorrano, que actuó como anfitrión, a la ceremonia asistió una amplia representación del cuerpo diplomático internacional acreditado en Madrid, de la sociedad civil y de la comunidad ecuatoriana, la quinta más numerosa tras la marroquí, la rumana, la británica y la italiana.

El acto religioso fue oficiado por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, el prelado que desde su llegada al cargo hace un año ha desmontado algunos de los principios más conservadores de su antecesor, el cardenal retirado Antonio María Rouco Varela, entre los que destaca el respeto a la política de la alcaldesa Manuela Carmena, de izquierda, y sus salidas esporádicas a barrios humildes de la ciudad para conocer de primera mano la situación de sus habitantes.

A la misa fúnebre de ayer, organizada de forma conjunta por la Embajada de Ecuador en la capital española y el Arzobispado madrileño, también asistieron la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que el lunes regresó a Madrid procedente de Cuba después de un viaje que le llevó también a Ecuador para visitar las zonas más afectadas por el terremoto.

El jefe de la diplomacia española reafirmó ayer el compromiso institucional en la ayuda a la reconstrucción de las zonas destruidas y destacó la posible inclusión de Manabí entre las provincias que podrían recibir ayuda técnica para acelerar la rehabilitación de viviendas y el ordenamiento urbano.   

El funcionario también detalló que parte del fondo de cooperación será reorientado para recuperar el abastecimiento de agua y el saneamiento. Además garantizó la contribución española al canje de deuda, la apertura de una línea de microcréditos y préstamos del Fondo para la Promoción del Desarrollo para la recuperación del tejido productivo y la mejora de la vida de la población más afectada.

Bajo un hermoso día de primavera y un monumental atasco de tráfico en el centro de Madrid, España dijo adiós de forma emotiva y lágrimas en los ojos a todas las víctimas del terremoto que estremeció a la gigantesca familia de ambos países en uno y otro lado del océano.

Durante su recorrido por las zonas más afectadas por el terremoto, el ministro de Relaciones Exteriores español se reunió con aproximadamente 20 organizaciones no gubernamentales coordinadas por la Agencia Española de Cooperación Internacional. Durante el encuentro el representante de la Cruz Roja Española, coordinador de las referidas organizaciones, destacó la capacidad de respuesta y el liderazgo del Estado para enfrentar la tragedia. (I)

Actos religiosos se oficiaron en Manabí

A un mes del terremoto, los habitantes de Manabí realizaron misas y actos culturales en conmemoración de las víctimas del desastre natural.   

En Portoviejo, donde fallecieron 133 personas, los pobladores acudieron al parque de La Madre, cerca de la ‘zona cero’, vestidos de blanco. Encendieron velas a las 18:58, hora en la que se registró el movimiento y a continuación celebraron una misa presidida por el arzobispo Lorenzo Voltolini.  

Algunas personas llevaron las fotos de los familiares que fallecieron por el desastre mientras que otras cargaban globos blancos que fueron soltados elevándose en el aire. ”Estoy conmovido por este acontecimiento que ocurrió hace ya un mes. Estamos presentes con el alma hecha pedazos y en estos momentos especiales hemos venido a compartir el recuerdo de esta tragedia”, afirmó Carlos Martínez, ciudadano portovejense.

“Aún seguimos con este dolor. Yo perdí a un familiar en el terremoto y por ello me uno a este homenaje”, afirmó por su parte la ciudadana Kerly Cuadres.

Actos religiosos similares fueron realizados en otras poblaciones manabitas afectadas como Manta, Pedernales, Bahía de Caráquez.

En otro punto de la capital manabita, en la casa de la Cultura, fue realizado un acto cultural que contó con la participación de una orquesta de cámara de Quito, y poetas manabitas rindieron homenaje a las víctimas. (I)