Un extenso charco se formó ayer al ingreso del distribuidor de tráfico vehicular de Durán (Guayas), luego de las precipitaciones registradas el miércoles pasado. Desde ese mismo día fueron colocados varios muros de cemento, de color amarillo y negro, a la subida del viaducto que cruza sobre la avenida Nicolás Lapentti.

Los bloques tienen como función que los automotores dejen de circular por ese paso vehicular. Precisamente, la alcaldesa Alexandra Arce, en esta semana, solicitó el cierre completo de esa obra.

La funcionaria advirtió que la estructura representaría un peligro para los habitantes si se repitiera un terremoto como el registrado hace 13 días. La construcción, que data de la década del 80, evidencia deterioro. En una de las rampas, a la subida, existe un desnivel de medio metro de altura por el cual es imposible transitar.

El asfalto también está desgastado, hay baches por doquier y presenta aberturas en algunos segmentos. Incluso, faltan barandas y la maleza ha crecido.

Según el testimonio de los usuarios, uno de los carriles dejó de funcionar hace algún tiempo por su mal estado. El martes seguía operando un solo carril, pero estaba habilitado   para el transporte liviano.

Sin embargo, la restricción ahora es total. Uno de los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) que estaba en el sector indicó que los bloqueos están desde el miércoles.

Los conductores que usaban el distribuidor ahora deben girar a la altura de la empresa 3M (kilómetro 1,5 de la Vía Durán-Tambo). El punto de retorno -para ir hacia el puente de la Unidad Nacional- se debe hacer en el kilómetro 3,5.

En cambio, los carros pesados tienen que avanzar hasta el kilómetro 5 de la Vía Durán-Yaguachi. El vigilante David Lema comentó que no se registró ningún atasco hasta las 12:00.

El equipo periodístico de este diario observó que algunas personas detuvieron la marcha de sus carros para preguntar por las rutas habilitadas. Dos vigilantes se encargaron de desviar el tráfico.

De acuerdo con Arce, el viaducto debe ser demolido y edificarse uno nuevo. “Más allá del informe técnico y de lo que diga el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), como ciudadanos de Durán, queremos que sea demolido. Se lo ve deteriorado y la ciudadanía está con temor”.  

Así lo dio a conocer el martes luego de analizar el tema con funcionarios del MTOP, Prefectura, Concesionaria Vial (Concegua) y la Comisión de Tránsito del Ecuador.
Arce informó que la cartera de Estado realizará un estudio que tomará un mes y medio.  

Aunque -acotó- comenzó a exigir la demolición desde que se posesionó en el cargo (2014).  Recordó que la cartera de Estado antes inspeccionó y envió los informes técnicos. “Ahora los alcaldes somos responsables de lo que pueda suceder en todas las ciudades. Estamos para hacer respetar las normas de construcción”.

El Ministerio, mediante un boletín, indicó que contratará una consultoría para confirmar la necesidad de desmontar las vigas y evaluar la condición estructural de la cimentación del puente. (I)

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Túneles fueron revisados

Paso a desnivel de Guayaquil sigue obstruido

Foto: MIguel Castro / El Telégrafo

El paso a desnivel que conecta la Avenida de las Américas con la Kennedy continúa obstruido en Guayaquil. Ayer se observó que debajo del viaducto se colocaron elementos de metal para ayudar a estabilizarlo.

El alcalde Jaime Nebot Saadi señaló, en una de las últimas intervenciones, que se evaluarán las condiciones del viaducto para definir si será intervenido. Mientras tanto, se mantuvo el desvío de los vehículos por la calle Luis Cordero hacia la avenida Machala.

También continúa habilitada la circulación desde la Avenida de las Américas hasta la calle Los Ríos, la cual conduce hasta la Nueve de Octubre. Empero, en la mañana, se evidenció congestión.         

De igual manera, todavía existe maquinaria pesada removiendo los escombros del paso a desnivel que colapsó frente a la Universidad Laica. En la zona estaban acumulados los elementos de hierro. Además, fueron removidos los pilares. En el suelo solo se vieron los huecos donde iban clavados.

Por otro lado, los técnicos extranjeros realizaron la inspección técnica de los túneles del Malecón. Finalmente, siguieron las visitas a las edificaciones del casco comercial. (I)

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Durante el conversatorio se buscó establecer líneas guías para voluntarios

3 expertos hablaron sobre el plan de reconstrucción en Manabí y Esmeraldas

Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo

La tarde del 12 de enero de 2010 un sismo de 7.3 grados en la escala de Richter sacudió Haití. El epicentro se localizó a 15 kilómetros de Puerto Príncipe (capital). Ugo Blanco, asesor regional de crisis y recuperación de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe (PNUD), recuerda claramente ese día. Él y un equipo de la entidad que representa se desplazaron hasta esa zona para brindar la ayuda necesaria.

Blanco, quien también ha participado en las acciones de ayuda para las personas afectadas por el sismo de 7.8 grados que se registró en Ecuador el pasado 16 de abril, señaló que el país superó la etapa de emergencia y que ahora trabaja en el tema de la recuperación. Dentro de esa tema está la reconstrucción. Una de las lecciones que le dejó la experiencia en el país centroamericano fue que es necesario realizar un estudio para calcular qué resulta más eficiente (tanto en costos como en seguridad). “Hay que responder esto: ¿se debe restaurar una casa o derrumbarla para levantar otra? En el caso de Haití la demolición de viviendas resultó más barato”, dijo.  

El experto español describió una imagen que fue el denominador común en Esmeraldas: las personas -en su desesperación- tomaban el ladrillo que se cayó de su casa y trataban de colocarlo en el mismo sitio para reconstruir su vivienda.

Este tipo de acciones son las que se deben evitar, pues lo que se busca es garantizar -a futuro- la seguridad de los habitantes de esas zonas. Blanco junto a Diego Zorrilla, coordinador humanitario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y Bernardo Rosero, representante del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), se reunieron en un auditorio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) con cerca de 70 estudiantes universitarios para tratar el tema de los enfoques y las tareas de emergencia y reconstrucción tras el sismo.

Durante su intervención destacó que es necesario que las autoridades estatales y locales generen fuentes de empleo para las personas damnificadas y que el apoyo de la sociedad civil sea constante.     

Por su parte, Rosero inició el conversatorio relatando la experiencia que vivió en las urbes que sufrieron daños mayores (Pedernales y Manta, principalmente).

Basado en información del Miduvi, el funcionario indicó que luego de la emergencia nacional la Secretaría a la cual representa formó parte de 2 mesas de trabajo del Comité de Operaciones de Emergencia (COE). La mesa 3 tiene la labor de evaluar las infraestructuras, y la 9 busca, junto al Ministerio del Ambiente (MAE), establecer un sitio adecuado en el cual se pueda depositar todos los desechos y escombros. Esto porque para levantar nuevas ciudades debe existir un proceso de limpieza técnico.   

En la actualidad, brigadas del Miduvi (400 arquitectos e ingenieros voluntarios) visitan las casas de las provincias de Esmeraldas y Manabí para realizar un diagnóstico de la infraestructura. Su trabajo se basa en una inspección del suelo en donde se levanta la vivienda; también registran si hay fisuras en paredes y daños en general.

“Nuestros técnicos indican si la casa tiene la capacidad para seguir albergando a la familia o no. No toda la gente tiene la necesidad de permanecer en un albergue”. A la fecha se han evaluado 1.500 casas de Manabí y 1.700 en la provincia verde.

El moderador del conversatorio fue el exalcalde de Quito, Augusto Barrera, quien ahora se desempeña como coordinador del Centro de Investigación de Políticas Públicas y Territorio de Flacso. Barrera enfatizó que después del encuentro se busca establecer lineamientos para las personas que quieren ser voluntarias, tanto estudiantes como profesionales.

“El trabajo no es algo momentáneo de 2 o 3 días. La labor va más allá, debe ser planificada, articulada y de largo aliento”. El funcionario adelantó que en la Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible ‘Hábitat III’,  la cual se desarrollará en Quito del 17 al 20 de octubre de 2016, se establecerá una mesa para tratar el tema de ciudades resilientes frente a los sismos, caso Ecuador.

Al finalizar, Zorrilla en representación de la ONU realizó un llamado humanitario urgente para hacer frente a los efectos derivados del terremoto.

El objetivo es recaudar $ 72,7 millones para asistir a 350.000 personas durante los próximos tres meses. Estos fondos se utilizarán en las áreas de seguridad alimentaria, vivienda, educación, entre otros. (I)