El distanciamiento social es imperativo. Este será parte de los cambios normativos en nuestra conducta y según la recomendación de médicos especialistas, al menos por un tiempo prudencial, se tendrá que actuar así para prevenir un nuevo brote.

 El saludo, por ejemplo, será parte de esos cambios, que van más allá del lavado de manos y del uso de mascarillas que ahora son parte de la indumentaria habitual.

Para Rafael Caputi, jefe del Servicio de Infectología de Solca de Guayaquil, estos cambios son necesarios para protegernos. “Para los siguientes meses tendrán que haber cambios; los latinoamericanos somos efusivos en el momento de saludarnos, habitualmente con besos o abrazos; eso debe variar en adelante”, sostiene.

 Con este criterio coincide Fernando González Ramos, también médico infectólogo. Él también considera, que al menos, hasta que haya una vacuna o se profundicen las investigaciones, se deben frenar estas formas de saludo.

 Para Caputi, por ahora es menester que se evite el contacto muy cercano. Evitar tocarse las manos o el beso en la mejilla.

“Debemos estar conscientes de que no solo puede afectarnos individualmente, sino a nuestros padres, hijos o allegados; esto debemos tener presente cuando cambien las medidas en nuestras ciudades, a fin de no tener otro índice de mortalidad como el que ocurrió entre marzo y abril”, añade.

 González incluso considera que hay que seguir con las salidas únicamente en casos necesarios y quienes adolezcan de problemas como hipertensión o diabetes, continuar su tratamiento.

Manifiesta que por tratarse de un virus nuevo y dentro de la fisiología normal, si a alguna persona ya le dio, su organismo genera anticuerpos con lo cual podría no volver a padecerlo.

Los especialistas añaden que es imperativo que se difunda la mayor cantidad de información sobre cómo debe comportarse la ciudadanía; es importante la comunicación y las campañas informativas, incluso para derribar ciertos mitos urbanos. Lo que no debe variar en adelante es el constante lavado de manos y el uso de mascarilla.

“El virus vino para quedarse, eso es un hecho”, asegura González, así que de momento es imperioso tomar todas las medidas de prevención.

Adultos mayores
Los adultos mayores son un segmento de la sociedad que mayor cuidado debe tener. Así lo afirma la geriatra Gabriela Altamirano; aunque se cambien las medidas de aislamiento, al distanciamiento social es imprescindible.

Para ella, este colectivo debe estar tan protegido que incluso sugiere que se debe evitar que salga a la calle, a no ser de que se trate de una emergencia.

“Los hijos, nietos o algún allegado joven debe ser prolijo en el cuidado y realizar las actividades que antes el adulto mayor hacía, como salir al banco y efectuar una compra, no es prudente que ellos salgan cuando cambie el semáforo”, aconseja.

 Sin embargo, aclara que debe prevalecer la comprensión familiar para el propio bienestar. “Claro que nadie debe obligar a otro a un encierro, pero el diálogo debe fortalecerse”.

Evitar escenarios de ansiedad y exceso de confianza
Los sicólogos Cristian Arias y Álvaro Carvaca advierten estas eventuales conductas, apenas lleguen los cambios. Para el primero, le preocupa que se produzca un exceso de confianza, aparentando la ciudadanía de que todo está superado.

Carvaca añade que la idiosincrasia del ecuatoriano nos visibiliza como personas ansiosas.

“Como ciudadanos debemos desaprender lo anterior y aprender de nuevo, con otras dinámicas y comportamientos”, asegura, sobre todo porque el covid-19 no se irá durante mucho tiempo.(I)