Operadores prevén el arribo de unos 40 mil turistas al cantón
Balnearios de agua dulce de Santa Ana y la comida criolla seducen a manabitas
Fanny Zambrano, del barrio Santa Ana, de Manta, prefirió alejarse de los riesgos que implica el mar por fenómenos como aguajes y oleajes. Por ello, con su familia decidió irse a uno de los balnearios de agua dulce de su provincia. Ella disfrutó ayer del baño en el sitio conocido como La Compuerta de Santa Ana, que es uno de los 40 puntos registrados en el biocorredor turístico que va desde la cabecera cantonal hasta Poza Honda.
Su coterráneo, Ángel Bravo, también acudió este sitio porque, a su parecer, “aquí está más tranquilo y los niños se pueden bañar sin haber tanto riesgo”. “Las playas no son de mi agrado, más aún cuando el mar está picado”, comentó. El montecristense, Ower Parrales, con sus parientes visitó ayer otro sitio de este cantón conocido como el Badén, la Poza de Ayacucho.
“Nos encantan los balnearios de agua dulce más que las playas que también tenemos cerca. Además, acá degustamos diferentes platos típicos, todos hechos en hornos de leña”, expresó mientras se alistaba para entrar al agua. El lugar al que llegó, ubicado a 15 minutos de la cabecera cantonal, presenta en este feriado varios programas. El propietario Ángel García, santanense residente en Estados Unidos, afirmó que para él es un orgullo recibir a visitantes en este lugar. Aquí hay 2 pistas grandes de baile, espacios donde servirse comida, siendo la atracción principal el río. Hoy, habrá un show musical y mañana la elección de Reina de Carnaval.
La mantense, Miriam Cabrera, mientras servía de comer a sus familiares cerca del afluente señaló que le gusta el clima de Santa Ana. “Los pequeños son quienes más se divierten en los ríos”, enfatizó. Otro de los lugares con gran acogida es el balneario La Lucha de Ayacucho. Se accede al río a través de un puente colgante de madera que es un atractivo. Jaqueline Mendoza, propietaria de uno de los locales, dijo que el turista allí encuentra las tongas (arroz con gallina criolla y maní, envuelto en una hoja de plátano), empanadas, viche de camarón, guatita y otros platos. “Hemos hecho una inversión de $ 1.500 para el feriado”, comentó.
La turista Ana Pachay decidió pasar en las Cañabas de Nabys porque le agrada el lugar. El propietario Eddy Casanova explicó que cada año la presencia de viajeros aumenta. Las autoridades del cantón esperan 40 mil visitantes. (I)