La alerta se mantiene en zonas costeras
Los banderas rojas y amarillas seguirán en las playas del país como una medida de prevención ante el aguaje. En los últimos días este fenómeno natural generó olas que superaron los 4 metros.
Las playas más afectadas fueron las del norte de Esmeraldas. Allí los habitantes de Súa, Limones y Camarones, especialmente aquellos que viven cerca al mar, tuvieron que dejar sus hogares.
También la infraestructura colindante al Pacífico sufrió daños. Los estragos más evidentes se registraron en las playas de Súa.
Este es uno de los balnearios más visitados por los turistas, especialmente en los feriados, como el que este momento se vive en el país.
La madrugada del sábado pasado, los habitantes fueron sorprendidos por la fuerza de las olas, que incluso, según testigos, entraron hasta dos cuadras al interior del poblado. El agua se llevó consigo construcciones de madera, embarcaciones y destruyó el malecón.
La Junta Parroquial del poblado esmeraldeño aseguró que 13 locales cercanos al mar fueron afectados y determinó que 30 familias debían ser evacuadas de sus casas.
La respuesta del Gobierno fue inmediata. Las secretarías de Riesgos y de la Reconstrucción por el terremoto de 2016 enviaron sus contigentes a Esmeraldas, pocas horas después del fenómeno natural.
Alexandra Ocles, principal de la Secretaría de Riesgos, contó que su prioridad fue atender a las personas. Así impulsaron que las familias damnificadas fueran acogidas por parientes y amigos. También se entregaron kits de comida y aseo para que se ayuden en su manutención ante la emergencia.
Posteriormente se inició una evaluación de los daños materiales. Esta tarea estuvo encabezada en principio por el secretario de la Reconstrucción, José Herrera, y luego por el secretario de la Presidencia de la República, José Agusto Briones.
Este último lideró ayer la reunión del Comité de Emergencias de Esmeraldas. En esta cita coordinó con las autoridades locales las acciones que se ejecutarán a favor de la ciudadanía.
Briones ratificó que la primera prioridad del Gobierno es la protección de las personas. Por eso se mantendrán las medidas de alerta en las playas hasta el miércoles próximo, cuando presuntamente terminará el aguaje.
Él explicó que de acuerdo con los técnicos se prevé que el día de hoy ocurra un pico de intensidad considerable de la emergencia. Por eso, sostuvo que es necesaria una acción entre el Gobierno, las autoridades locales y la ciudadanía para protegerse ante cualquier amenaza.
El Instituto Oceanográfico de la Armada explicó que el incremento del nivel del mar se produjo por oleajes provenientes del norte del Pacífico. La entidad registró “trenes de olas” con mayor energía en períodos mayores a 18 segundos, lo que ocasionó los desbordamientos.
Luego del 26 de diciembre se prevé una influencia de oleajes provenientes del sur del Pacífico, que tienen una intensidad menor y se retorne a la normalidad.
En ese sentido, el secretario de la Presidencia recalcó que en el Comité de Emergencias de Esmeraldas se conformaron tres mesas de trabajo articulado.
Una será sobre servicios básicos; otra sobre medios de vida y la tercera de infraestructura y vivienda. “Estamos dando una respuesta ordenada y apropiada”, dijo Briones en rueda de prensa.
Estos espacios se mantendrán abiertos, incluso luego de que termine la emergencia.
En la sesión del Comité de Emergencias también participó Lenin Lara, alcalde de Esmeraldas, quien consideró importantes las acciones que se están ejecutando con el apoyo del Ejecutivo. “Es muy importante que el presidente del Comité de Reconstrucción (José Agusto Briones) se encuentre aquí”.
Lara identificó el norte del cantón como la zona que más sufrió afectaciones. Y puso como ejemplo lo ocurrido en Camarones, donde el muro de contención no pudo soportar la fuerza de las olas y el mar entró a las viviendas.
Para él, es necesario que se envíen brigadas de salud para precautelar la integridad de los habitantes de Camarones. En este lugar existen sectores donde el agua del mar quedó estancada, lo podría convertirse en un foco para la proliferación de mosquitos. “Quienes somos parte de las acciones en los distintos territorios estamos con la decisión de enfrentar lo que es más urgente y prioritario, que es cuidar la vida de las personas”, dijo Lara.
Una vez terminada la emergencia, el Gobierno ejecutará un plan para recuperar la infraestructura y el sector productivo de los lugares que fueron afectados.
El secretario de la Reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 2016, José Herrera, informó que una de las obras planificadas por la entidad era la rehabilitación del malecón del balneario de Súa. Este obra seguirá en marcha y se prevé entregar créditos para que se reactive la producción.
Este dinero se entregará a través de la banca pública.
Según Alexandra Ocles, la entrega de estos incentivos fue uno de los pedidos que hicieron los habitantes de la zona norte de Esmeraldas.
Por lo pronto, las brigadas de socorristas de las secretarias de Riesgos y de la Reconstrucción seguirán en poblaciones afectadas en Esmeraldas. Mientras que en el resto de provincias costeras, incluidas las islas Galápagos, se mantendrá la alerta amarilla que dispuso la Secretaría de Riesgos, el sábado pasado.
Esta alerta busca que los gobiernos seccionales pongan en marcha un plan de prevención y reacción ante cualquier emergencia. (I)