Polémicas y crisis han salpicado a la Alcaldía
El final de 2017 fue especialmente difícil para la administración del alcalde de Quito saliente, Mauricio Rodas.
Al anochecer del 5 de diciembre de ese año, un derrumbe ocurrió en uno de los espacios de la escombrera El Troje IV, ubicada en el suroriente capitalino.
A causa del hecho, un operario de maquinaria murió y el material taponó un canal de abastecimiento de agua, lo que dejó sin servicio por casi tres días a unos 600 mil pobladores del sur y centro de la ciudad.
La investigación de una comisión especial de concejales determinó que el siniestro ocurrió debido a la disposición de lodos sin tratar provenientes de la construcción del Metro en la escombrera.
No se conoce aún sobre la aplicación de sanciones a los funcionarios responsables.
A fines de diciembre de ese año, la situación del Alcalde se complicó cuando el problema de recolección de basura en la zona contenerizada se agudizó por la falta de recolectores y generó una crisis.
Inicialmente, el Municipio aplicó un sistema de emergencia para paliar el problema mediante la contratación de volquetas y personal.
Posteriormente, el Cabildo intentó implementar un sistema de arrendamiento de recolectores, lo que generó el rechazo de los trabajadores de la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo).
Actualmente, la empresa está en proceso de recepción de una flota de 40 vehículos nuevos y 14 repotenciados que compró. Pero el proceso tiene retrasos. (I)