Desde hace 15 días la vía que lleva al sector rural de San Lorenzo de Manta está cerrada, debido a trabajos de demolición del tanque elevado en el sitio Sauces, en San Mateo.

Este es uno de los siete depósitos elevados para agua (son 8 en total en Manta) que ingresó en lista de espera para su derribo, tras los  daños  estructurales por el terremoto del 16 de abril.

“Las fallas en las uniones, vigas, columnas y partes nodulares son afectaciones que aunque no han causado colapso alguno, sí  representan amenazas para los vecinos de esos sectores”, expresó José Espinoza, gerente de la Empresa Pública Aguas de Manta (Epam).

Al frente de la demolición está el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) que inició este proceso con el tanque del sector Sauces. Algunos de estos reservorios tenían más de 30 años.

Después se intervendrán los depósitos de la 20 de Mayo, Las Cumbres, Ciudadela de Circunvalación,  Nueva Esperanza y 15 de Septiembre.

El estanque de Santa Martha es el único que no será derrumbado. Tiene filtraciones, pero para remediarlo se cumplirá un proceso de impermeabilización y estará habilitado en los próximos días.

Los 7 reservorios, explicó, distribuían agua por gravedad y abastecían a una población de 45.000 habitantes.

La empresa afirmó que evalúa con la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) lo sucedido con las redes después del sismo. “Nos visitaron técnicos en planta  Colorado y la idea es construir  nuevas instalaciones de tratamiento, de 30.000 metros cúbicos en el sector  de Mi Primer Lote, lugar con mayor cota en la ciudad, 145 metros sobre el nivel del mar”.

Mientras se desarrollan estas labores de demolición, la ciudadana Gloria Franco observa cómo se trabaja en derrocar el tanque de Sauces. Ella tenía el temor de que con otro movimiento esta infraestructura, con una altura de 30 metros, cediera. No obstante le gustaría que las labores terminen lo antes posible porque la vía está obstaculizada y es fundamental para trasladarse con mayor comodidad hacia otros sectores.

Su vecina Vannesa Reyes también quiere que concluyan los trabajos sobre todo porque el tránsito desviado pasa por la escuela Riobamba donde estudian sus hijos teniendo que extremar los cuidados para cruzar la vía. (I)