Germán y Joel Tituaña llegaron desde Otavalo hasta el Aeropuerto Mariscal Sucre de Tababela para despedir a la Selección Nacional, que ayer arribó en la noche hasta su campo base de concentración para el Mundial de Brasil, en el lujoso hotel Vila Ventura de la ciudad de Viamao.

Germán permitió que su hijo de 8 años faltara a la escuela para que pudiera ver a sus ídolos. “Me gustan Montero, Domínguez, Paredes, Valencia y ‘Felipao’. Es la primera vez que les veo de cerca, estoy emocionado”, dijo el niño, que vestía, al igual que su padre, la nueva camiseta oficial de Ecuador.

Con el mismo entusiasmo, Elizabeth Sánchez, de 24 años, logró fotografiar a los futbolistas mientras descendían del bus e ingresaban raudos a la terminal aérea por una puerta lateral.

Su voz entrecortada y sus ojos vidriosos delataron su exaltación por conocer a los jugadores. “Es lo mejor estar junto a ellos. Juro que boto la casa por la ventana si ganamos la Copa. Antonio Valencia es un amor, un precioso, una dulzura”, repetía.

El avión Airbus A320 de Tame que trasladó a la ‘Tri’ hasta Porto Alegre partió a las 10:10 del aeropuerto capitalino, después de ser despedido por un arco de agua, acto tradicional organizado por el Cuerpo de Bomberos.

Tras su arribo al aeropuerto de Porto Alegre, los seleccionados pasaron directamente del avión al autobús y, después de 20 minutos parados para ordenar la documentación y colocar en el maletero todo el equipaje, salieron hacia Viamao. La Tricolor fue recibida en la terminal aérea por múltiples aficionados.

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