La Selección Ecuatoriana no se ha nutrido con los futbolistas que formaron parte de la Sub-20 que se clasificó al Mundial que se disputó en Colombia hace 3 años, ni tampoco de los integrantes de la Selección Sub-17 que estuvieron en la Copa Mundial de México en 2011.

De ese grupo, solo Renato Ibarra consiguió consolidarse en su club, ser transferido al Vitesse de Holanda y formar parte de la selección que participó en Brasil. Carlos Gruezo yLeonel Ramírez también llegaron al primer equipo de la ‘Tri’. Otros jugadores como Fernando Gaibor, John Narváez, José Francisco Cevallos o Mario Pineida formaron parte de algunos microciclos, pero no ‘cuajaron’ en el grupo.

Mientras que la mayoría pasó a segundo plano, incluso en sus clubes y ha tenido que buscar oportunidades en otros lugares. La falta de participación les ha mermado el desempeño e incluso, en algunos casos, se encuentran sin equipo para esta temporada, según datos de la FederaciónEcuatoriana de Fútbol.

Por ejemplo, John Jaramillo en la actualidad aparece sin club y, según Julio César Rosero, asistente de la Sub-20, dejó el fútbol. Cuando se disputó el Mundial de 2011 pertenecía a Liga de Quito. También pasó por Macará de Ambato y el club Cumandá del Puyo en la segunda categoría nacional. Su último club fue Barcelona, el año pasado, con el que disputó 2 encuentros en reservas.

Otro jugador que se fue apagando es Wilson Morante. El exzaguero de Emelec disputó 25 encuentros en 2012, luego del Mundial, pero de a poco tuvo menor participación. En 2013 apenas alineó en 2 partidos y a mitad de año fue cedido a River Plate, con el que tuvo 16 encuentros. En el actual torneo no tiene equipo.

Según Roberto Arroyo, coordinador de las divisiones formativas de Independiente del Valle, los jóvenes representan un ‘plus’ que debe ser aprovechado en beneficio de la Selección. “Me parece que en el proceso se debe tomar en cuenta a los más destacados. Sería interesante que formen parte de las convocatorias para amistosos y que comiencen a tener ese roce”, analizó.

Citó como ejemplo la situación de Junior Sornoza en la temporada pasada. “Fue suplente del paraguayo Nicolás Martínez. De a poco le fue ganando el puesto, por lo que el extranjero se fue del club y Junior es ahora el referente del plantel”, argumentó Arroyo.

En el caso del club que él representa, destacó que Gruezo y Ramírez formaron parte del proceso hasta llegar a la Selección mayor. Mientras que Andrés Oña, uno de los titulares en la Sub-20, decayó en su juego y hoy es alternante en el equipo que dirige Pablo Repetto.

Para Pablo Cortez, quien está al frente de las divisiones menores de El Nacional, existe material humano para tomar la posta en la Selección mayor. “Hay que creer y apoyar a los jóvenes, pero detrás de ellos debe estar una excelente formación. El trabajo en los primeros años es muy importante para que puedan afianzarse en el equipo y pensar en una posible convocatoria”, afirmó.

Para Cortez, existen jugadores interesantes en la actualidad, que han salido de equipos que han dado mucha importancia a las divisiones formativas. “Por falta de oportunidades no se muestran, pero hay que tomar en cuenta que a veces necesitan un empujón para que puedan mostrar las razones por las que llegaron a un primer plantel”, agregó.

Los casos chileno y colombiano

La selección de Chile y la de Colombia han recogido los frutos de la Sub-20 y se ven ahora en el Mundial de Brasil 2014. En Chile consideran que los que participaron en el torneo de 2007 son la ‘generación dorada’. Jugadores como Arturo Vidal, Gary Medel, Alexis Sánchez y Mauricio Isla llevaron a ese equipo hasta las semifinales del torneo.

Mientras que la selección colombiana aprovechó el impulso del Mundial Sub-20 de 2005 en su país, donde destacaron Radamel Falcao, Abel Aguilar, Cristian Zapata y Camilo Zúñiga. James Rodríguez fue el puntal en el Sub-20 de 2011, junto al lateral Santiago Arias; mientras que Juan Fernando Quintero se ganó su convocatoria al ser la figura del Mundial Sub-20 de 2013 que se disputó en Turquía.