La comunidad brasileña, radicada en Quito, vivió como un carnaval el inicio del Mundial. Los brasileños en Quito se congregaron en un bar restaurante de La Mariscal, en el norte de la capital, y no se perdieron las incidencias de la inauguración. También sufrieron durante el partido inaugural entre Brasil y Croacia con el gol en contra de Marcelo.

Elaine Souza, presidenta de la Comunidad Brasileña, convocó a varios de sus compatriotas para que vivan en conjunto la fiesta que se desarrolla en su tierra natal. “Es una pena que no estemos en Brasil justo cuando el Mundial es allá, pero desde Ecuador apoyamos a nuestro país”.

Empresarios, sacerdotes, amas de casa, funcionarios públicos de Brasil, entre otros estuvieron presentes en este bar.

Sonia de Paredes, funcionaria de la embajada de Brasil, dejó de lado sus actividades, porque “hoy lo más importante es el Mundial”. Para la mujer, radicada más de 25 años en Quito, lo más importante es alentar por la Canarinha desde el lugar que estén. "Si estamos en Ecuador, desde aquí nuestro aliento llegará hasta Brasil, hoy todos los brasileños en el Mundo somos uno solo".

Los restaurantes con temática brasileña también presentaron atracciones para sus clientes. Ese fue el caso del local Rodizio Botafogo, que contrató a bailarinas de zamba y la práctica del deporte capoeira.

Las quiteñas Diana Noboa y Karol Piedra presentaron cada 15 minutos un espectáculo sensual con bailes típicos del país, sede del Mundial e incluso invitaron a los clientes para que bailen.

Suspiros, algarabía y gritos se sintió entre la comunidad ecuatoriana en el primer partido inaugural del Mundial, que tuvo un saldo a favor: Brasil 3, Croacia 1.

La inauguración del Mundial no alteró la cotidianidad de las vendedoras del mercado de Iñaquito

En Quito, el inicio del Mundial de fútbol no atrajo en su gran mayoría a los aficionados al fútbol. Las actividades se desarrollaron con bastante normalidad, pese a ser uno de los eventos deportivos más esperados a nivel mundial.

La inauguración del Mundial coincidió con la hora del almuerzo en la capital. Las vendedoras de alimentos en el patio de comidas del mercado Iñaquito, al norte de la ciudad, adecuaron sus puestos con televisores para que los "caseritos" no se pierdan las incidencias del evento que se realiza en Brasil, pero los clientes apenas si notaban que empezó el certamen futbolístico.

Mariela Sotomayor acude frecuentemente a almorzar al mercado. Para ella era un día normal. “Hoy empieza el Mundial, ni me acordé, capaz que no nos emocionamos mucho porque no juega Ecuador, capaz y en otros partidos mejora la emoción”, dijo Sotomayor.

El trajín en la ciudad también no se alteró. El tráfico fue moderado. Se evidenció gente caminando en las calles y ni siquiera las vitrinas de los locales comerciales estaban atestadas de personas que deseaban ver el Mundial.

En las oficinas, el ambiente fue distinto. Hubo quienes tomaron su hora del almuerzo cuando arrancó el partido Brasil-Croacia. Los cuidadores de autos, por ejemplo, llevaron consigo un radio para no perderse las incidencias del partido. Hubo taxis, en cambio, que encendieron todo volumen las radios de sus automotores.