Ecuador está trabajando bien en alfabetización digital para que la gente aprenda a usar dispositivos y pueda beneficiarse de la sociedad de la información. Los infocentros comunitarios han jugado un rol importante en esta tarea.

Esa es la apreciación de Sebastián Cabello, representante regional de GSMA, que reúne a más de 800 operadores de diversos países. Aglutina a 300 empresas del ecosistema móvil que hoy conectan a más de 7.500 millones de personas.

Participó en el Foro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (TIC) Ecuador 2017, organizado por Seminarium y que se desarrolló el pasado 10 de mayo.

En diálogo con EL TELÉGRAFO habló sobre el futuro de la industria móvil. En Ecuador hay una penetración de casi ocho millones de smartphones. La GSMA calcula que para el 2020 más de seis millones de ecuatorianos utilizarán la red 4G.

¿Cómo se ubica la tecnología móvil del Ecuador en la región?

Está en el promedio de América Latina en muchos de los indicadores. Por ejemplo, penetración de suscriptores únicos. En Ecuador hay más de 15 millones de conexiones móviles, pero si lo ajustamos por cantidad de personas -porque una persona puede tener más de un teléfono o chip- da un poco menos de 10 millones. Ahí está por arriba de la media de América Latina.

En conexiones de 4G hay alrededor de 1,2 millones. Estimamos que va a llegar a casi tres millones para fines de 2017. El despegue se dio el año pasado y se está dando ahora.

En cobertura de redes está al tope y eso es porque hay un gran trabajo y un enfoque bastante importante en tratar de llevar mayor despliegue, infraestructura y conectividad de antenas y sitios. Entre 2006 y 2016 se multiplicó casi por ocho la cantidad de las que había. Ese es un logro del país.

¿Qué opina del proceso que lleva el Gobierno para que las operadoras móviles compartan sus antenas?

Estamos de acuerdo con la compartición. Nos parece que es positivo e importante. Lo que no tiene que ser es una compartición obligada, tienen que generarse incentivos fiscales positivos para hacer que las empresas lo hagan. Esto ahorra costos a las compañías y hace que puedan llegar a cubrir un territorio de manera más fácil.

¿Valdría más una negociación entre privados?

Tiene que estar facilitada, incentivada y también estimulada a través del acceso a la utilización de edificios públicos para el despliegue de infraestructura, porque se van a necesitar y se necesitan cada vez más, muchas más antenas, sitios y estaciones de base.

El tráfico en las redes móviles se duplica año a año y eso es una cantidad enorme de tráfico de datos que se tiene que manejar. El único modo de hacerlo es con más antenas, más estaciones de base o con más espectro, que es el oxígeno de la industria móvil. Sin ninguna de estas cosas la calidad va a ser mala.

¿Cuáles son los nuevos servicios que ofrecerá la industria móvil?

Es la que más se ha diversificado en los últimos años. Entre los nuevos servicios que se vienen están el Internet de las Cosas; dispositivos de salud y educación y seguridad pública; los vehículos van a estar conectados; medidores de luz, gas y agua; el dinero electrónico; los pagos móviles y el dinero móvil. Estamos trabajando en eso. Y luego el 5G, que va a estar listo recién a partir de 2020, cuando la Unión Internacional de Telecomunicaciones defina qué es.  

¿Qué desafíos enfrenta el país de cara al nuevo Gobierno?

Hay que modernizar el marco regulatorio, porque debe ser a prueba de futuro de todos los servicios que van a aparecer. Se viene toda una nueva economía y eso amerita replantearse cómo está todo regulado.

Además pensar cómo estimular y generar incentivos fiscales para que el sector de las TIC tenga más inversiones y más innovación. Hay que revisar el impuesto por la concentración de mercado. Se lo puede plantear dentro del consejo consultivo que prepara el nuevo Gobierno.

Ecuador no tiene altos impuestos para el usuario, pero debe enfocarse en hacer un desarrollo más productivo del sector TIC local, mejorando la carga impositiva y regulatoria sobre las empresas permitiendo que exista innovación comercial. (I)