Las casas comerciales del país “están prohibidas de emitir tarjetas de crédito a sus clientes, lo que si pueden realizar son ventas a crédito”, enfatizó Pedro Solines, titular de la Superintendencia de Bancos y Seguros (SIB).

Esta prohibición se planteó porque solo las instituciones financieras que están inscritas en el país tienen la facultad para emitir tarjetas de crédito.

Con ello lo que se pretende, según Solines, es “evitar el sobreendeudamiento y porque todo el sistema financiero debe tener un solo organismo que lo controle, regule y supervise, y las casas comerciales no tenían facultad para entregar este servicio”.

Andrés Martínez, miembro de la Junta Bancaria (JB), indicó que comprar con tarjeta de crédito es “una invitación al consumo” difícil de controlar. 

Solines recalcó que en la resolución de la JB del 11 de julio se dejó sentado que “ninguna casa comercial (en titularización y otras) pueden emitir una nueva tarjeta”. Las casas comerciales tendrán 90 días para dar de baja las tarjetas de crédito entregadas y así eliminar el crédito “rotativo”.

Otro de los temas que se busca precautelar en la venta de productos en el país, respetando lo que dicta la Ley de Defensa del Consumidor, es el costo del artículo por adquirir. En caso de que haya promociones por compras en efectivo, las tiendas “deberán publicitar en los medios de comunicación con antelación”.

De esta forma, según Martínez, el valor de un artefacto, prendas de vestir u otros deberán reflejarse en sus etiquetas. Aunque recalcó que si compra con tarjeta de crédito pagará el interés que le recargue el ente financiero respectivo.
Según Solines, las únicas casas comerciales que podrían emitir tarjetas de fidelidad a sus clientes son Comandato y De Prati.

En otro tema, el funcionario resaltó que le tomará alrededor de un mes para conocer si cumplen o no las instituciones financieras la obligación de desvincularse de negocios ajenos a la banca, cuyo plazo venció el pasado 12 de julio.

Hasta el momento  está en la fase de levantamiento de información y auditoría para ver si cumplieron o no las condiciones establecidas, y  si no hay ventas simuladas y ficticias.

Martínez acotó que el Banco Internacional pasó al fideicomiso de la Corporación Financiera Nacional (CFN) a Seguros Cervantes dónde tenía acciones.

Mientras el Banco del Pacífico transfirió su casa de valores Valpacífico a la fiduciaria del Pacífico y Al Pacífico que es una administradora de fondos y la Dirección General de Aviación Civil (DAC).