Entre abril y junio de este año la tasa de desempleo en Ecuador se ubicó en el 5,2%, lo que representa una disminución considerable con respecto al 6,4% registrado en el mismo período de 2011.

Sin embargo, al comparar las cifras de las cinco ciudades más representativas del país: Cuenca, Ambato, Machala, Guayaquil y Quito, las estadísticas revelaron que  en esta última la desocupación tuvo un ligero incremento, pues alcanzó el 4,35%, mientras que en el  trimestre anterior fue de 3,67%.   

Para el analista económico Hugo Villacrés, se trata de un fenómeno coyuntural debido a que en la Región Sierra concluyó el ciclo escolar y los negocios vinculados a esa actividad tienden a reducir sus ingresos. Lo mismo ocurriría con los empleos temporales, entre los que  están los de los maestros de educación básica y catedráticos universitarios que laboran bajo contrato, quienes dejan de trabajar temporalmente.

Villacrés precisó que no se trata de un problema estructural y recordó que la economía nacional es estable, puesto que a pesar de los ajustes realizados por el Banco Central del Ecuador (BCE) al crecimiento del PIB de este año, la cifra se mantiene en el rango del 5% previsto a inicios de este año.

El analista reiteró que las estadísticas reflejan un fenómeno cíclico por época de vacaciones y aclaró que “no hay razón para alarmarse”. Agregó que por el mismo motivo  el empleo se dinamiza entre otros cantones del país, especialmente en la Región Costa, pues se apuntala el turismo.

Como efecto de la época de vacaciones, el sector panificador también se ha visto afectado. Wilson Pico, representante de los panaderos de Pichincha, confirmó que hay una contracción en la venta de sus productos, que oscilaría  entre el 15% y 20%. Ello, a su vez, ha provocado una ligera reducción de personal y considera que aquello pudo influir en el crecimiento del desempleo en la capital.

No obstante, admitió que se trata de un problema temporal y se espera que la situación mejore con el retorno a clases. El aporte de la construcción  ha sido  fundamental en el crecimiento de la economía ecuatoriana, particularmente porque es el sector que más fuentes de empleo genera.

Pese a ello, el presidente de la Cámara de la Construcción de Quito, Hermel Flores, reconoció que el conflicto ocasionado por la operación ilegal de canteras en la parroquia San Antonio de Pichincha sí causó estragos, sobre todo, en los negocios dedicados a la fabricación de bloques y adoquines por los altos costos de la materia prima.

Las dificultades -aclaró- ya han sido superadas y el sector se  mantiene estable, pues recordó que en el país aún hay un déficit habitacional que bordea 1,9 millones de viviendas debido al crecimiento demográfico y la constitución de nuevas familias.

En el sector turístico no habría mayor afectación, aunque el representante del sector, Roque Sevilla,  señaló que este año ha sido complicado como efecto colateral de la crisis económica que afecta a la Unión Europea y a Estados Unidos. Pese a ello, el empresario tiene confianza que en la época de vacaciones mejoren las condiciones del sector.

A nivel nacional, la ocupación plena alcanzó en el último trimestre el 50,1%, es decir un 4,2% más que en el mismo período de 2011.

Afiliación al IESS creció un 21,3% desde 2007

Las políticas públicas para garantizar el acceso de los trabajadores a la seguridad social arroja resultados positivos. En los últimos cinco años, la afiliación pasó de 38,59% a 59,80%, lo que representa un incremento del 21,3%.

Con ello, los trabajadores podrán solicitar préstamos quirografarios e hipotecarios, a más del acceso gratuito al sistema de salud.

El reporte entregado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) también evidenció que la tasa de empleo a nivel nacional creció en un 4,2% en el último trimestre con respecto al mismo período del año anterior. Aquello también influyó favorablemente en el tiempo que requiere una persona para conseguir empleo.

Según las estadísticas, el 43,9% de las personas que consiguió empleo lo hizo en un período de entre una y cuatro semanas.

Asimismo, el 19,6% tardó entre cinco y ocho semanas, el 24,7% entre nueve y 26 semanas, mientras que el 11,7% de los desempleados demoró más de 27 semanas en obtenerlo. El mismo estudio reflejó que el 80,3% de los ocupados plenos (1’930.593) se encuentra en el sector privado.