Ayer, a través de un conversatorio con medios de comunicación, Sandra Naranjo, secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo, presentó un resumen de ‘Ecuador al 2017’.

Se trata de un análisis que, mediante una comparación entre “el país que recibimos y el país que se entregará”, busca destacar los principales logros del Gobierno Nacional hasta 2015. A su vez, la presentación sintetiza algunos retos que deberán afrontarse “con una visión de Estado, no de gobierno e independientemente de quien esté en el poder”, enfatizó la funcionaria.

Ajustes al presupuesto

Durante el evento, la secretaria nacional aclaró que para 2016 se definieron $ 5.349 millones en el Plan Anual de Inversiones (PAI) presentado ante la Asamblea Nacional.
Debido a la reducción de los ingresos petroleros, aquel monto estará básicamente destinado a terminar las inversiones estratégicas que deben ser concluidas y que tienen financiamiento externo. También, los recursos serán utilizados para mantener las coberturas de los servicios públicos en ámbitos esenciales, como educación y salud.

Ahorro por inversiones

La secretaria nacional confirmó que la inversión del Gobierno Central llegó al 5,5% del PIB en 2015, una cifra por encima del promedio latinoamericano de 4,7%.
“Para poder hacer esa importante inversión se requirió un manejo inteligente de los recursos del Estado.  La renegociación de los contratos petroleros le implicó al país un ahorro de $ 4.158 millones entre 2011 y 2014. La auditoría de la deuda externa significó que, entre 2008 y 2030, el país no tendrá que pagar $ 7.505 millones. La implementación de un sistema en línea de compras públicas permitió un ahorro de $ 2.624 millones entre 2009 y 2015”, añadió.

La desnutrición infantil

Entre los grandes retos en el futuro, Naranjo anotó la desnutrición infantil, un problema cuya solución no depende solo de la acción del Gobierno Central. Para lograr que la desnutrición sea una preocupación compartida por todos, la secretaria nacional adelantó que está analizándose la conformación de un ‘sistema de incentivos’ para que los GAD contribuyan con el cumplimiento de las metas de desarrollo”. (I)