Urea vs Carbamida
Entre las metas que se proyecta alcanzar con la denominada matriz productiva, está la de producir urea. Para poder realizar cualquier proceso de petroquímica, es vital que se termine de construir y opere la Refinería del Pacífico (Manabí).
La elaboración de la urea conlleva montar tres plantas: la de isiocianato de potasio, la de sulfato de amonio y la de isiocianato de amonio, para obtener el fertilizante. Es decir que se necesitaría dos años o más para ver realizado este proyecto.
A corto plazo se podría elaborar un contratipo de la urea denominado carbamida compuesta y que sería un genérico del producto compuesto con aditivos específicos, permitiéndole ser un fertilizante de igual rendimiento y que además es regenerador de suelo, potenciándolo y fertilizándolo.
Resultaría un fertilizante por excelencia NPK (nitrógeno, potasio y fósforo), obtenido a partir de depósitos minerales o yacimientos ubicados en el subsuelo en forma de nitratos–fosfatos–sulfatos–carbonatos y otros para alcanzar su alta calidad y bajo costo.
Además del bajo costo, se dispondría de un stock completo de fertilizantes para abastecer el mercado, en especial a los pequeños agricultores, sin problemas de cupos. Además, el Estado podrá eliminar el subsidio de la urea bajando la salida de divisas para su adquisición. La realización de este proceso se puede efectuar en corto tiempo, dependiendo de su financiamiento.
En relación a la construcción de la planta, dependería del tiempo que demanda la negociación de compra-venta de plantas industriales inactivas que se encuentran en el medio y de fácil adaptación para el proceso. Todo depende de la importancia que se le dé al proyecto desde la Vicepresidencia de la República (quien manejaría el desarrollo de la matriz productiva) hasta la Corporación Financiera Nacional (CFN).