Unos 40.000 vehículos pesados dejarán de operar
Un incremento en el número de unidades del transporte pesado se ha evidenciado por el “boom” que tiene el sector de la construcción y el dinamismo de otros grupos de la economía. En este año el número estimado de unidades que circulan en el país llega a las 110.000. Sin embargo, el gremio que los dirige estima que el próximo año se retirarán unas 40 mil unidades en todo el territorio nacional.
La ilegalidad, la competencia desleal, bajos precios y la presencia de unidades con 36, 40 y hasta 45 años circulando es el principal problema que tiene el sector al momento.
Oswaldo Jurado, presidente de la Federación Nacional de Transporte Pesado del Ecuador (Fenatrape), precisó que hay un crecimiento inusitado en el país que responde también a la demanda de sectores importantes de la economía.
Así como hay este crecimiento de unidades, también hay una “sobresaturación” de competidores que causa una caída drástica de los valores de los fletes. “Todo ofrecen menos y llega el punto que ya no es negocio la actividad, cuando las personas aceptan llevar carga, incluso bajo pérdida, solo por no estar parado el vehículo”.
El dirigente calificó como oportunistas a los propietarios de transportes pesados ilegales que se benefician de los logros y conquistas alcanzadas por los formales. En este caso ya hay una disposición por parte de las autoridades de que en el país ya no podrá circular un solo camión, trailer o volquete que no tenga el permiso de operación.
Es decir, que tendrán ese plazo para que logren afiliarse a una cooperativa, pagar los impuestos que deberían y cumplir con las normas de seguridad que exige la Ley.
Es por ello que se estima que por lo menos en todo el territorio nacional salgan de operación unas 40.000 vehículos, a quienes se les dio un plazo de casi 4 años para que modernicen sus unidades que son un peligro por su antigüedad.
Con el cambio y la regulación del sector de la transportación pesada, la sobre oferta existente en este año tenderá a bajar a niveles normales, acorde a la realidad del mercado, sostuvo Linder Cáceres, dirigente de la transportación pesada de Esmeraldas.
Agregó que aquello arrojará resultados positivos en los costos de los fletes; además, dejarán de circular el número de vehículos privados de las compañías que andan sin ninguna regulación que sí la ofrece los carros cooperados.
“En este sentido, los carros que no estén cooperados no podrán ingresar a los terminales portuarios, aeroportuarios, canteras, empacadoras, si ellos no tienen su registro que se exigirá de manea obligada dentro de dos meses”, anotó el transportista.
Antonio Carchi Vallejo, transportista, dijo que la renovación de los vehículos sí ha sido una preocupación y se lo demuestra cuando desde el mes de enero a julio hay registrada la chatarrización de 500 unidades, a través del Plan Renova, que lleva adelante el Ministerio de Transporte y Obras Públicas con financiamiento de la Corporación Financiera Nacional (CFN).
Sobre qué pasará cuando termine el boom de demanda de transportes pesados, indicó que la Agencia Nacional de Tránsito deberá regular el número de unidades con los permisos de circulación, tal como se lo hace con los taxis. Es decir, ellos mediante estudios tienen la potestad de controlar el ingreso de más unidades con la finalidad de que la actividad productiva no deje de ser rentable.
Opinó que la medida solicitada molestará a muchos compañeros. “Pero la torta no es para todos..., debemos cuidar nuestra fuente de trabajo”.
César Castillo, propietario de un cabezal, compartió la posición de que se regule la actividad. Sin embargo, se opuso a la salida de los vehículos que no son modernos. Son unidades repotenciadas y que tienen permiso de la Comisión de Tránsito del Ecuador, justamente porque responden a normas elementales, dijo.
“Lo que hay que hacer es buscar mecanismos más blandos que permitan financiar la compra de nuevas unidades”, aseguró Castillo.
Vías mejoran transportación
Oswaldo Jurado señaló que es una obligación de todos los transportistas pesados que recorren las carreteras preservar las mismas, porque “eso le cuesta mucho al pueblo ecuatoriano”. “El buen estado de las vías ha mejorado al sector, gastamos menos en reparar los vehículos y el tiempo de viaje también se disminuyó”, recalcó el transportista.