Un negocio familiar de siete millones de dólares
Era el año 1957 cuando el emprendedor don Milton Borja decidió construir una modesta fábrica procesadora de bloques y ladrillos en el cantón Nobol. La tierra ahí provee una de las mejores arcillas del país -incluso, para entendidos, la mejor de toda América-. Con el pasar de los años la empresa pasó a manos de su hijo, Luis Felipe Borja Berresueta, quien diversificó la producción.
Y, finalmente, la maneja su nieto, David Borja Alvear, dedicado a enfrentar el reto de suplir la demanda del exigente mercado estadounidense, chileno y de Aruba.
Al inició se cocían apenas dos tipos de productos , ahora se colocan en el mercado 50 variedades. El pequeño negocio familiar sigue manteniendo su integridad. Sin embargo, en la actualidad genera anualmente 7 millones de dólares en ventas . Lejos don Milton Borja imaginó ser la primera empresa nacional de procesados de arcilla que compite con ventaja de calidad con marcas multinacionales.
Alfadomus es el nombre de la fábrica de arcilla noboleña. Con orgullo su actual presidente, David Borja, aclara: “La empresa es de Nobol. Es ahí donde pagamos todos nuestros impuestos...”.
Considera que el éxito de la compañía no es una casualidad, sino el resultado de la filosofía que manejan, que inicia agradeciendo a Dios y entregando “trabajo, trabajo y más trabajo”.
La planta procesadora está a poca distancia de la hacienda donde la santísima Narcisa de Jesús Martillo Morán acudía a pasar sus tardes y conversar con los niños. En el sitio laboran alrededor de 120 empleados. La fábrica es una fusión de tecnología de punta española e italiana.
La oficina comercial del Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Pro Ecuador) logró en la feria “Chile Construye 2011” difundir los productos nacionales, en donde destacó Alfadomus, empresa que ya realizó una primera exportación de adoquines para cubrir 4.000 metros de piso de un mall en la ciudad de Serena.
“Tenemos la confianza de que nuestro ingreso a este mercado será un éxito”, dice.